A pesar de su situación legal, el expresidente Donald Trump se posiciona como el favorito respecto a sus rivales por la nominación presidencial republicana. En ese sentido, entre el posible electorado de las primarias republicanas, muestra una ventaja de 37 puntos a nivel nacional sobre el gobernador de Florida Ron DeSantis, su más cercano contendiente.
Los datos se desprenden de la primera encuesta de The New York Times/Siena College de la campaña de 2024. El sondeo se realizó de manera telefónica a 932 votantes del probable electorado de las primarias republicanas, entre el 23 y 27 de julio. El margen de error es de aproximadamente +/- 3,96 puntos porcentuales.
Trump compartió escenario con sus rivales republicanos por primera vez
El análisis arrojó que el 54% de los votantes republicanos elegirían como candidato a las presidenciales a Trump, una amplia diferencia respecto a DeSantis, quien acumuló el 17%. Por su parte, el exvicepresidente Mike Pence, el senador Tim Scott y la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley, tienen 3%, mientras que el empresario Vivek Ramaswamy y el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie cosechan solo 2%.
El exmandatario obtuvo ventajas decisivas en casi todos los grupos demográficos, las regiones y las tendencias ideológicas del partido. En ese sentido, lideró con amplios márgenes entre hombres y mujeres, votantes jóvenes y mayores, moderados y conservadores, universitarios y no universitarios, así como en ciudades, suburbios y zonas rurales. Según The New York Times, el análisis constata que los varios frentes judiciales no mermaron la popularidad de Trump.
En cuanto a su rival, DeSantis, el diario estadounidense señaló que los argumentos centrales de su campaña no lograron instalarse en los electores. En ese sentido, cita el ejemplo de la lucha contra la "ideología woke radical" (temática que impulsó su ascenso político), siendo que aquellos republicanos motivados en esa materia también se decantaron por Trump.
Sumado a esto, tan solo un 9% de los votantes mayores de 65 años mostraron su apoyo por el gobernador de Florida, mientras que ese número asciende a un 13% entre los individuos que no cuentan con un título universitario. Por su parte, los republicanos que se describieron como "muy conservadores" favorecieron al expresidente, con una ventaja de 50 puntos sobre DeSantis.
A pesar de la amplia diferencia, el medio estadounidense indicó que el gobernador de Florida es el único candidato que puede posicionarse como el rival de Trump. Al respecto, si el resto de candidatos, que no superan el 3%, no fueran considerados como opciones, DeSantis podría obtener más votos, aunque seguiría siendo difícil superar al expresidente.
En ese sentido, en un escenario donde DeSantis y Trump se enfrentan entre ellos sin ningún otro candidato, el exmandatario seguiría ganando. Según la encuesta, obtendría el 62% de los votos contra el 31% del gobernador de Florida. En una serie de cuestiones, el análisis sugiere que será difícil para DeSantis abrirse paso frente a Trump sólo con argumentos políticos.
Sumado a esto, el 58% de los republicanos encuestados indicó que era Trump, y no DeSantis, quien mejor se describía con la frase "capaz de vencer a Joe Biden". Además, el exmandatario fue visto por un amplio margen de 67% a 22% como el que "hace las cosas".
Solo el 19% del electorado consideró que el comportamiento de Trump tras su derrota en 2020 amenaza la democracia estadounidense. Por su parte, un 17% opinó que el expresidente cometió algún delito federal grave, a pesar de su imputación por cargos de manejo indebido de documentos clasificados.
A pesar del amplio favoritismo por el expresidente, The New York Times afirmó que que muchos de los consultados no están disgustados con DeSantis, sino que simplemente "aman" a Trump. Por ese motivo, la situación judicial del expresidente podría modificar el panorama republicano.
La encuesta se publicó a menos de seis meses de las primeras primarias de 2024 y antes de un solo debate. En una era de la política estadounidense definida por su volatilidad, los problemas legales de Trump, siendo que sus juicios amenazan con solaparse con la temporada de primarias, suponen un escenario especialmente impredecible.
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