INTERNACIONAL
siria

Erdogan encolumna a los turcos detrás de su ataque a los kurdos

La ofensiva llegó a Ras al Ain, controlada por las milicias YPG, que Ankara llama “terroristas”. Ya murieron más de cien personas y 200 mil dejaron sus hogares.

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Poder. El presidente gobierna Turquía desde 2003. Dice que los grupos kurdos amenazan la seguridad de su país. | afp

La ofensiva militar en el noreste de Siria, bautizada por Ankara Operación Fuente de Paz, fue respaldada por la mayoría de los partidos políticos de su país, elogiada en los noticieros, que transmitieron imágenes de soldados avanzando hacia la frontera escoltados por cientos de banderas, y “bendecida” por un rezo especial en 90 mil mezquitas. El presidente Recep Tayyip Erdogan logró encolumnar detrás suyo a millones de compatriotas, a tres meses de perder las cruciales elecciones municipales en Estambul.

Las fuerzas turcas entraron ayer a la ciudad de Ras al Ain. El Ministerio de Defensa afirmó que habían tomado control de la localidad, pero la milicia kurdo-siria de las Unidades de Protección Popular (YPG) desmintió esa información. Desde que comenzó el miércoles el asalto, 74 combatientes kurdos y treinta civiles perdieron la vida, mientras que 200 mil personas tuvieron que dejar sus hogares, según alertó la ONU. Por su parte, Ankara anunció la muerte de cuatro soldados y 18 civiles.

Turquía quiere expulsar de su frontera a la milicia kurda, a la que califica de “terrorista”, e instaurar una “zona de seguridad” de 32 kilómetros de ancho para alejar de su territorio al YPG. Con el argumento de garantizar su seguridad, Ankara no permitirá la formación y consolidación de un Estado kurdo en sus fronteras.

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“Turquía busca limpiar la zona de estos grupos terroristas”, afirmó a PERFIL el embajador turco en Argentina, Vural Altay. Preguntado por las preocupaciones de la comunidad internacional sobre una limpieza étnica en la región, afirmó que ese peligro “no existe”. “Los que hicieron una limpieza étnica son los kurdos”, agregó.

Pese a que Estados Unidos amenazó con aplicar sanciones económicas si no detenía su ofensiva, Erdogan redobló la apuesta. “No retrocederemos. Continuaremos esta lucha”, afirmó el viernes. Alemania, por su parte, anunció ayer que suspende la venta de armas a Ankara.

Nacionalismo. “La operación tiene apoyo de la sociedad y  de todos los partidos políticos, incluso de la oposición, salvo el HDP (partido político vinculado al PKK). Con ese apoyo social tan fuerte, se consolida el liderazgo de Erdogan en la política turca”, afirmó Mehmet Ozkan, investigador del Center for Global Policy.

La cuestión kurda es una vieja herida abierta en Turquía, donde el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) se enfrentó al Estado por la vía armada, en un conflicto que dejó desde 1984 más de 40 mil muertos.

Si Ankara derrota al YPG, relocalizará en el noreste de Siria a un millón de refugiados de los 3,6 millones que viven en Turquía. Un sondeo relevado en agosto por MetroPoll informó que el 73% de los encuestados consideran que los refugiados son una “amenaza a la seguridad”, mientras que el 78% se expresa a favor de enviarlos de regreso a Siria.

El propio Erdogan, que gobierna Turquía desde 2003, amenazó esta semana con permitir que emigraran a Europa si Bruselas se oponía a la operación militar. Para él, no sólo es vital derrotar a la poderosa milicia kurda, sino también revitalizar su imagen, en momentos en que una aguda crisis económica, que derrumbó el valor de la lira y reavivó la inflación, amenaza su hegemonía política.