Era el 6 de febrero de 1952. Evita era la primera dama de la Argentina más peronista; Stalin, Franco, Churchill, Hirohito y Pío XII, grandes personajes de la II Guerra Mundial, todavía gobernaban; triunfaban Alfred Hitchcok, Humphrey Bogart, Marilyn Monroe y James Dean; Jacqueline todavía no conocía a JFK y los Beatles no existían.
El mundo era muy diferente hace seis décadas, pero una cosa no cambió: Isabel II. Aquel 6 de febrero se enteraba de la muerte de su padre Jorge VI, el rey que inspiró la película El discurso del rey. Isabel estaba de viaje en Kenia, a 6.800 kilómetros de donde su padre fue encontrado muerto sobre su cama, en Inglaterra. Una placa conmemora el sitio exacto donde estaba en el momento de convertirse en reina: sobre un gran árbol, mirando los rinocerontes en una laguna.
Elegida por sus súbditos como "la británica más grande de la historia", hoy cumple 60 años de reinado en medio de una ola de popularidad sin precedentes. Se destaca en Isabel II que haya conseguido mantener el prestigio de la monarquía más poderosa del mundo a través de los más grandes cambios mundial en términos políticos, sociales, geográficos y económicos, a pesar de la pérdida de colonias, guerras, el terrorismo del Ejército Republicano Irlandés (IRA), y las tragedias familiares.
A su llegada al trono, Isabel II era jefa de Estado de 32 países, cifra que quedó reducida hoy a 16, después de los procesos independentistas de los años 50 y 60. Fue testigo del crecimiento financiero interno de Gran Bretaña, las primeras autopistas y la mejora en la calidad de vida. A nivel mundial, contempló la caída del muro de Berlín, el atentado contra las Torres Gemelas, el integrismo islámico, el nacimiento de Internet y la Primavera Árabe. "Seguramente, la fortaleza de la monarquía reside en su habilidad de parecer inmutable", escribe el historiador Roy Strong en el Daily Telegraph.
Los años 60 fueron la época más difícil de su reinado al tiempo que una de las épocas más felices para los británicos, gracias al alto nivel de empleo, el auge del cine, la televisión, el teatro y la música. Criada en una Corte con valores del siglo XIX, le fue difícil adaptarse a los tiempos, más aún cuando Gran Bretaña le demandó sensibilidad y apertura ante la muerte de la princesa Diana.
Muchas cosas curiosas rodean su vida. Por ejemplo, no puede ser enjuiciada, encarcelada o multada. Por decisión suya, la Familia Real tiene cuentas en Facebook, Twitter, YouTube y Flickr para publicar sus actividades, fotos, noticias y gastos. Fue el primer Jefe de Estado en enviar un e-mail (en 1976) y un mensaje a la Luna, y el primero en usar un iPad.
Cuatro millones de personas estrecharon su mano. Ni Marilyn Monroe, Jacky Kennedy, Carolina de Mónaco o Lady Di (su nuera) consiguieron quitarle el puesto "mujer más fotografiada de la historia". Su rostro se reproduce en billetes y estampillas de 16 países, en publicidades y películas. "Hoy, cuando se habla de 'La Reina', todo el mundo piensa en Isabel II. Es de alguna manera la reina del mundo, y no sólo del Reino Unido", señala Robert Jobson, uno de sus biógrafos.
"Isabel II es una mujer discreta y muy trabajadora, astuta y sensata, que patrocina más de 600 organizaciones caritativas y a los 85 años tiene actos oficiales todos los días -explica el historiador Albert Caplan-. La contrapartida es un carácter percibido como frío y distante, con mal genio y ese aire de superioridad".
"Hace muchos años, me hubiera descrito a mí mismo como un republicano", confiesa el historiador Andrew Marr. "Pero cuanto más la ves en acción, más te impresiona. Ha sido astuta, amable y sensata. Sin ella, Gran Bretaña habría sido un lugar más gris, más desagarrado, más precario".
Los británicos creen que sin Isabel la monarquía no hubiera podido sobrevivir a sus escándalos y a los cambios mundiales. El 63% de ellos apoya la Monarquía (un 15% más desde la muerte de Diana) y creen que "infunde respeto y constituye una mejor alternativa que la república". El 80% de los británicos considera que debe seguir siendo reina mientras la salud se lo permita.
Isabel II es una de las pocas mujeres británicas que todavía trabajan a los 85 años, y no da señales de cansancio ni está dispuesta a abdicar. En noviembre cumple 65 años de matrimonio, y si vive hasta el 10 de septiembre de 2015, su reinado se habrá convertido en el más extenso de la historia británica.
(*) Especial para Perfil.com.