Nicolás Maduro habló ayer con una radio argentina para responder a la suspensión de Venezuela del Mercosur por una “ruptura del orden democrático” en su país. En diálogo con el programa Rompiendo moldes de Radio Rebelde, conducido por el cura y ex funcionario Juan Carlos Molina, Maduro dijo que “a Venezuela no la sacarán del Mercosur jamás, porque somos Mercosur de alma, de corazón, de vida”.
Como ya es su costumbre, el mandatario venezolano se despachó contra los gobiernos de Argentina y Brasil. “La oligarquía golpista de Brasil y la oligarquía miserable de Argentina podrán intentarlo mil veces, pero nosotros siempre estaremos ahí. Ellos quedarán marcados para la historia como los que persiguieron gente honorable”, advirtió.
También se refirió en duros términos al presidente argentino, Mauricio Macri. “Se articularon gobiernos antipopulares en contra de Venezuela –dijo–. Pretenden gobernar el mundo. Macri no solamente destruye al pueblo argentino, no sólo encarcela a una mujer como Milagro Sala, sino que es la punta de lanza de la agresión contra el pueblo de Venezuela”. Y agregó: “Ojalá Macri tuviera esa obsesión para terminar con el desempleo y restablecer las pensiones de las viejitas”.
El mandatario también habló de la decisión de Macri de retirarle la Orden del Libertador San Martin, una condecoración que le fue concedida por Cristina Fernández de Kirchner en 2013: “Aquí espero que me saque la Orden de San Martín. Me la dio el pueblo argentino”.
En línea. Durante la transmisión radial, Maduro también mantuvo un diálogo telefónico con la dirigente social Milagro Sala, presa en Jujuy pese a las advertencias de organismos internacionales a las autoridades argentinas sobre irregularidades en su detención. “Pronto nos abrazaremos al grito de la victoria”, le dijo Maduro. “La verdad es que este llamado es una sorpresa muy fuerte para mí, señor presidente”, le agradeció Sala desde la cárcel.
Distinciones. Maduro también dedicó algunos minutos a analizar el comunicado emitido anteayer por el Vaticano en el que pidió al gobierno de Venezuela que suspenda la polémica Asamblea Nacional Constituyente. “Hay que entender que una cosa somos los católicos, el pueblo de Cristo; otra cosa es la trayectoria del papa Francisco como defensor de los pueblos con su humildad; y otra cosa muy distinta es la estructura de la Secretaría de Estado del Vaticano, de la burocracia –aseveró–. Mejor no digo más. Es una cosa muy distinta. Lamentablemente, Pietro Parolin (secretario de Estado del Vaticano) ha caído en las manos de los sectores más extremistas de la cúpula de la Iglesia católica en Venezuela, de los sectores aliados al poder de quienes destruyeron nuestro país”.
En todo momento, el interlocutor radial de Maduro fue el padre Molina, ex titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) bajo la gestión kirchnerista y hombre cercano al chavismo en la actualidad.