Anusheh Ansari, la primera mujer turista del espacio explicó en su blog las dificultades que tienen para higienizarse bajo los efectos de la ingravidez.
“Pues bien, amigos míos, debo confesar que mantener una buena higiene en el espacio no es cosa fácil”, indicó la multimillonaria empresaria estadounidense de origen iraní.
“Aquí el agua no corre, flota”, graficó la turista, y añadió que “cada tripulante está equipado con toallas mojadas, secas y húmedas” y que “durante el cepillado de dientes no se escupe, sino que se traga".
Además, se quejó de que su kit, que en principio iba a ser para un turista japonés que se enfermó, “cuenta con una maquinita y espuma de afeitar pero no con maquillaje”.
También contó que ya se lavó el cabello. “Se toma una bolsa de agua y se forma una enorme burbuja encima de la cabeza. Luego, muy suavemente, con la ayuda de un champú seco, comienza a lavarse.” El problema comienza con el más mínimo movimiento brusco”, porque “empiezan a flotar pequeñas burbujas de agua por todas partes”, explicó.
También tuvo tiempo para hablar de la confraternidad que alcanzó con los otros cosmonautas y lo relacionó con el problema que genera la escasez de agua. “El agua que usamos es reciclada; proviene de los objetos mojados e incluso de la ropa impregnada de sudor, que se seca para recuperar el agua que se evapora”, contó.
Por eso, comentó que uno de los cosmonautas le dijo que eran “como hermanos y hermanas. Lo que estamos viviendo es único: bebemos el sudor de los otros”, narró.