Jackson McKie tiene ocho años y por una condición congénita en el cerebro debía ser operado. Ante los nervios de la inminente cirugía el chico le hizo un pedido muy particular al nerucirujano Daniel McNeely: que curara también a su oso de peluche, "Pequeño Bebé".
Para animar a su paciente, al que atiende desde que era muy chico, el médico accedió a operar al animal de peluche. Le diagnosticó con una rasgadura debajo de su brazo y le colocó una "máscara de oxígeno" para el procedimiento. “Siempre sobran algunos puntos de la intervención y suelen descartarse”, explicó el profesional a médicos extranjeros.
El médico compartió el tierno momento en su Twitter donde explicó: “Un paciente me pidió si también podía arreglar a su osito de peluche justo antes de hacerlo dormir... ¿cómo podía negarme?”.
Patient asks if I can also fix teddy bear just before being put off to sleep... how could I say no? pic.twitter.com/WOKFc5zr91
— P. Daniel McNeely (@pdmcneely) September 30, 2018
El pequeño Jackson sufre de hidrocefalia, una acumulación de líquido cefalorraquídeo. McNeely requería la instalación de una válvula que ayudara a drenar el líquido y, de ese modo, se liberara la presión en el cerebro.
La familia de Jackson expresó su agradecimiento al especialista que hizo todo lo que estaba en su mano para animar a su hijo cuando éste estaba aterrado por la intervención. "Estaba muy orgulloso. Tenía a Pequeño Bebé acostado en la cama del hospital con él y todo", describió su padre, Rick McKie, al CBC.
B.D.N./FeL