INTERNACIONAL
Segunda vuelta

Un Brasil dividido como nunca elige hoy entre dos candidatos que plantean países opuestos

El presidente Jair Bolsonaro y el líder del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, se enfrentan este domingo en un ballottage que pone fin a una campaña amarga y violenta, llena de acusaciones. Las encuestas mantienen en primer lugar al petista, pero los errores de las encuestadoras en la primera vuelta invitan a la prudencia. Una de las claves: el abstencionismo.

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Actos. Concentraron sus últimas actividades en grandes distritos electorales. El presidente estuvo en Minas Gerais y el opositor en las calles de San Pablo. | afp

Llegó la hora de la verdad en Brasil, donde hoy se enfrentan dos hombres con historias de vida, ideologías, conductas y trayectoria política absolutamente opuestas, como son de opuestos los modelos de país que defienden

La polarización es tan extrema, que a su manera el presidente Jair Bolsonaro tenía razón cuando resumió el espíritu de esta elección que lo enfrenta a Luiz Inácio Lula da Silva como una lucha “entre el bien y el mal”. La frase grafica la ausencia de matices, de términos medios, de grises, en una disputa absoluta en la que no hay ninguna posibilidad de negociación o acuerdo. Ni siquiera está seguro que el actual mandatario acepte los resultados de las urnas si los números no le son favorables.

El último tramo de la campaña, jalonada por insultos un día sí y otro también entre los candidatos, incluyó un debate escenificado como un combate por la cadena Globo, en el que el lenguaje corporal de los candidatos destiló una violencia tan explícita como los epítetos de “pedófilo”, “dictadorzuelo”, “ladrón” o “corrupto” que se lanzaron uno a u otro durante las últimas semanas. 

Lula se impuso en la primera vuelta con el 48% de los votos, frente al 43% de Bolsonaro

A esto se suma la incógnita por las encuestas, que no reflejaron con mucha precisión la distancia entre ambos contendientes en la primera vuelta, el 2 de octubre, y que en los últimos días mostraron al presidente achicando la diferencia con el candidato del Partido de los Trabajadores, e incluso imponiéndose en algunos sondeos. 

Actos. Bolsonaro fue recibido con gritos de “¡mito!” ayer durante el último día de campaña rumbo al ballottage, en el que intentará la reelección frente a Lula da Silva. La tensa campaña llega a su fin con una pulseada en las calles de los mayores Colegios Electorales de Brasil: los estados de Sao Paulo, donde Lula organizó una caminata, y Minas Gerais, donde Bolsonaro encabezó una caravana de motocicletas. 

Estoy “confiado en la victoria”, dijo a medios locales el presidente de 67 años al recorrer Belo Horizonte, capital de Minas, donde fue recibido a gritos de “¡Mito, mito!” por miles de partidarios vestidos de verde y amarillo. Una de ellas era la microempresaria Fabrícia Alves, de 36 años. “No estoy a favor del aborto ni la ideología de género, que es lo que el otro partido quiere imponer en nuestro país”, aseguró al justificar su voto. 

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ACTOS. Concentraron sus últimas actividades en grandes distritos electorales. El presidente estuvo en Minas Gerais y el opositor en las calles de San Pablo. FOTO: AFP

Lula se impuso en la primera vuelta con el 48% de los votos contra el 43% de Bolsonaro, un resultado que quebró las proyecciones que anticipaban una ventaja holgada del ex mandatario. En la encuesta del jueves del Instituto Datafolha, el líder de izquierda va adelante con 53% contra 47%.

En Brasilia, partidarios de ambos candidatos también circularon por las calles con banderas. La primera dama, Michelle, participó a bordo de un jeep en una caravana de “Mujeres con Bolsonaro”, que reunió unos cien autos en la región central de la capital. 

Cruce de acusaciones en debate. Ambos candidatos se vieron las caras en el último debate televisado el viernes por la noche, en el que se acusaron incesantemente de mentir. 

Bolsonaro busca la reelección después de cuatro años de un gobierno marcado especialmente por la crisis sanitaria y económica que desencadenó la pandemia y que mató a 688 mil personas en Brasil, tensas relaciones con las instituciones y críticas internacionales por su política medioambiental. 

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En la recta final ha presentado como logros de su gobierno la lenta recuperación de la actividad, principalmente el reciente retroceso de la inflación y el desempleo, que se ubicó en 8,7% a septiembre.

Durante meses, Bolsonaro cuestionó sin pruebas el sistema electrónico de votos, despertando temores de que no acepte los resultados del próximo domingo. Este viernes dijo sin embargo que “el que tenga más votos, gana”, al ser interrogado en una breve entrevista después del debate sobre si aceptaría una eventual derrota. “Eso es la democracia”, añadió. 

“Caminata de la victoria” en Sao Paulo. Lula, quien a sus 77 años recién cumplidos aspira a regresar al poder después de gobernar en la primera economía de América Latina entre 2003 y 2010, realizó una “caminata de la victoria” por la emblemática Avenida Paulista. “Brasil necesita un gobierno que vuelva a cuidar de nuestra gente, especialmente del que más necesita. Necesita paz, democracia y diálogo”, escribió Lula en una carta dirigida a los electores.

El domingo unos 156 millones de brasileños están convocados a votar en los 26 estados del país y el distrito federal. En el primer turno, alrededor de 32 millones no sufragaron (21%). El número quintuplica la ventaja de seis millones de votos que obtuvo Lula sobre Bolsonaro. En Brasil el voto es obligatorio, pero la multa por no ir a las urnas es de 3,5 reales (0,50 centavos de dolar).

El duelo final entre Bolsonaro y Lula se da en medio de la expectativa de un resultado apretado que puede aumentar la crispación y polarización del país, tras una tensa campaña cargada de agravios y desinformación. Tras sus dos mandatos, Lula estuvo preso en el marco de la megacausa anticorrupción “Lava Jato”, pero resucitó políticamente tras la anulación de sus condenas por irregularidades procesales.

Ahora cuenta con el apoyo de artistas como Anitta y Caetano Veloso, de la senadora Simone Tebet, tercera en la primera vuelta (4%), y de figuras históricamente opuestas a su Partido de los Trabajadores (PT), como el ex presidente Fernando Henrique Cardoso (PSDB).

Bolsonaro cuenta con el respaldo sobre todo del agronegocio y de la mayoría de evangélicos –un tercio del electorado– que alaban sus posiciones ultraconservadoras.

También se declararon a su favor varios cantantes del popular género brasileño sertanejo, el futbolista Neymar y el expresidente estadounidense Donald Trump, con quien suelen compararlo.