El contador público y rector de la UBA, Alberto Barbieri, dialogó con Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y explicó el fuerte crecimiento de la carrera de ingeniería, las nuevas tecnologías y la igualdad de género.
¿Qué nos dicen las inscripciones en el CBC de los cambios sociales en Argentina?
Estamos viendo las preferencias de las nuevas generaciones y, si bien las carreras más tradicionales como medicina, psicología o abogacía siguen estando en la punta, cada año hay una tendencia más clara hacia la aplicación de la tecnología. Lo vemos con ingeniería en petróleo, en informática, ciencia de datos, diseño industrial o de imagen y sonido. Tiene que ver con una nueva realidad de los estudiantes y que nosotros fuimos adaptando dentro de la oferta académica.
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Se mencionaba hace algunos años que la cantidad de ingenieros por habitante marcaba el futuro de un país a nivel tecnológico. ¿Cuál es la situación actual?
Es constante el aumento en la inscripción en la carrera de ingeniería. En los últimos cinco años aumentó casi un 45%, lo cual es una tendencia muy fuerte. Recuerdo que en el 2014, cuando asumí mi primer rectorado, me reuní con el entonces presidente de YPF, Miguel Galuccio, y decíamos que se quería explotar el petróleo y Vaca Muerta pero no teníamos ingenieros especializados.
Con la ayuda de YPF, y de los principales centros de estudio de todo el mundo, desarrollamos la carrera, que hoy está considerada entre las mejores. Hay que planificar a mediano plazo porque, de un momento para otro, no se puede lograr que aparezca un ingeniero.
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La gente también tiene que ver políticas estables desde lo económico y empresarial para que después tengan un mercado laboral donde desarrollarse. Esto hace que pueda darse el crecimiento en un país. Si alguien se anota en la carrera y empieza a faltar la demanda de ingenieros, también bajan los inscriptos. Hay una tendencia en alza para las carreras con tecnología y eso marca que los jóvenes están visualizando que el desarrollo futuro suyo está asociado con esta nueva realidad.
Hay trabajadores nómades que viven en distintos países. Argentina formaba cuadros que se iban. ¿Cómo analiza la formación en educación y la inmigración?
Esto cambia de forma vertiginosa porque las nuevas tecnologías de información y comunicación (TICS) y la virtualización de la enseñanza hacen que los alumnos puedan realizar especializaciones sin estar radicados permanentemente en otras unidades académicas del exterior. Lo mismo para los extranjeros que pueden venir a la UBA para hacer parte de su carrera presencial. Lo estamos fortaleciendo y es la nueva realidad de la educación que viene, es decir, la internacionalización de la educación, apoyada en el uso de las tecnologías, con estadías cortas en universidades y complementando sus estudios en la universidad de origen.
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Esto impacta directo en la sociedad del trabajo a futuro, porque vemos cada vez más a que la tarea a distancia en muchas carreras se puede realizar, sin necesidad de emigrar a otro país. Nosotros incorporamos en el CBC una materia que se llama pensamiento computacional, que es fundamental para el ciclo que viene y, sobre todo, para las ingenierías, para que los alumnos que vienen del secundario empiecen a tomar esa realidad. Esto les va a servir para su desarrollo.
Nuria Am (NA): ¿Sigue siendo la ingeniería una carrera más vinculada a los hombres?
Históricamente hay carreras que tienen más hombres que mujeres y la ingeniería era una de ellas. Últimamente, en la UBA hay más mujeres que hombres estudiando y se da la misma tendencia en casi todas las carreras. Las ingenierías se están nivelando cada vez más. Hay muchas mujeres que perciben que también hay un campo de actuación para ellas en todo lo que tenga que ver con tecnología. El mundo que viene hace que se terminen esas barreras y que los profesores se den cuenta también que las generaciones nuevas tienen otros pensamientos. Por eso bajamos la edad de los docentes, para que manejen la realidad de los que cursan, sea atractivo y tengan más información.
¿Hay discusiones sobre la matemática y el género?
Para nada, no tiene ningún sentido. Si hay algo que tiene la UBA es que es permeable a los cambios sociales y la lucha por la igualdad de las mujeres. Eso uno de nuestros principios claros de los últimos años. Hicimos muchas acciones en ese sentido y en el campo académico, donde las mujeres tienen un desempeño brillante en todas las carreras. Hay conceptos armados de otras épocas que llevan a pensar cuestiones que nada tienen que ver con la realidad. Es más, en la asamblea universitaria se votó, por primera vez en la historia, con igualdad de hombres y mujeres en las listas.
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Anunciaste que no vas a buscar la reelección como rector de la UBA. ¿Por qué?
Legalmente puedo hacerlo, pero no va a suceder. Esperé a que se dieran las elecciones para ratificar nuestra gestión y quise poner el ejemplo porque en el 2018 llevé adelante la reforma del estatuto para que los rectores no tengan más de dos mandatos. Me pareció ético dar el ejemplo con la norma y por eso decidí no presentarme y hacer realidad este principio que propuse. Hay que dar el ejemplo en todo sentido.
JL PAR