El escritor español Antonio Maestre sostuvo que la situación de la derecha y la extrema derecha española es comparable a la de Argentina. "En España el poder mediático tiene capacidad performativa, tanto para aupar liderazgos como para poder minarlos”, declaró el documentalista en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿Le salió bien a Pedro Sánchez anticipar las elecciones?
Sí, le salió muy bien. Creo que la campaña electoral de Pedro Sánchez se ha valido de darle la vuelta a todos aquellos elementos que se usaban para criticarlo.
Una de las cuestiones que quizá no se puedan entender mucho es la canción "Pedro", de Raffaella Carrá, que venía con otra que ellos utilizaban mucho de Rigoberta Bandini, "Perra".
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Aquí la derecha y la extrema derecha han intentado ridiculizar o caricaturizar al presidente llamándolo "Perro" Sánchez, y toda la campaña ha girado en darle vuelta a esos elementos negativos para resignificarlos.
Ha conseguido movilizar a la izquierda con una campaña de emoción, de orgullo y combate frente a esa extrema derecha para poder sobrevivir en algo que parecía prácticamente imposible después de las elecciones que tuvimos en mayo y que hicieron perder mucho poder institucional al PSOE, así que es una sorpresa si vemos el desarrollo de los últimos meses, pero no si vemos la última semana de campaña.
¿Se degradó el discurso y la competencia política en España? Era inimaginable hace unos años que pudiera aparecer una extrema derecha y hoy parece hasta natural que una cantidad de personas la voten y sea una representación democrática más...
Sí, el proceso de degradación del discurso público y del combate contra los adversarios políticos ha sufrido en España un proceso que es bastante similar al que ha sufrido el resto del mundo. Es fácilmente comprensible si vemos, por ejemplo, el discurso que tiene Javier Milei o el de Patricia Bullrich en Argentina, es muy similar.
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Por ejemplo, aquí, gente como Cayetana Álvarez de Toledo ,que es muy próxima a Bullrich, o Isabel Díaz Ayuso que lo es a Milei, han utilizado un proceso de deshumanización del adversario con insultos y desprecios, utilizando la violencia de terrorismo que desapareció hace 12 años, pero intentando mantenerla viva para vincular ese terrorismo a un gobierno de coalición del Partido Socialista, que ha tenido resultados económicos bastante dignos, viendo cuál es la situación internacional después de una pandemia y de la guerra de Ucrania.
Así que al final ese proceso de degradación del discurso de polarización del adversario en España se ha visto de manera similar al resto del mundo, y en Argentina tienen muestras.
Cuando Feijóo hablaba de formar gobierno, sus partidarios empezaron a gritar "Ayuso". ¿Hay un cambio generacional? ¿Ayuso terminará siendo la nueva líder del Partido Popular y la centroderecha en España?
Desde luego, Díaz Ayuso está en la sombra esperando su oportunidad, y eso es algo que todos sabemos, que simplemente estará velando armas para el momento más adecuado e iniciar el proceso de subir al poder dentro de la derecha española.
Ayer, se vio cómo el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo está sujeto por alambres y que un resultado como el de ayer, donde consiguió una victoria (porque fue el partido más votado con 42 escaños más), es bastante liviana, porque al no lograr el poder hay gente que espera que sea Díaz Ayuso la que dé un paso al frente.
La militancia de la derecha española está en que sea ella la líder, pero todavía Feijóo se va a resistir. Hay que ver por dónde se mueven los movimientos tectónicos de la derecha mediática en España para ver por dónde respiran. Pero por ahora Feijóo todavía tiene una tregua para esperar ese asalto de Díaz Ayuso por si hay una revisión de elecciones, en el caso de que Pedro Sánchez no consiga armar una mayoría parlamentaria que le permita ser presidente.
No se atreven a empezar a quemar las naves en un intento de asalto al liderazgo de la derecha en España en caso de que haya una revisión de elecciones.
¿El crecimiento de Ayuso se nutre de cierta pérdida de Vox?
Sí, hay una política de bloques que, sin ser una ciencia exacta, porque existen otros elementos que hacen explicar cuáles son las dinámicas de flujo de voto, es verdad que hay una especie de "vasos comunicantes" entre la derecha y la extrema derecha. Es decir, si la extrema derecha es fuerte, la derecha se acaba debilitando y a la inversa.
De hecho, ayer Vox, que es la extrema derecha similar a Milei, perdió 700 mil votos, y 19 escaños con respecto a las elecciones de 2019, y eso se vio acompañado con una subida muy fuerte de la derecha.
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Hay un elemento que ayuda también a comprender cuál es el resultado del bloque conservador en España, que se llamaban a sí mismos Derecha Liberal, pero en el fondo eran una derecha parecida al Partido Popular que ha desaparecido, y en las elecciones pasadas tenía 1.600.000 votos, y esos votos han sido capitalizados por el PP.
Pero el Partido Popular crece, y según crece mengua a la extrema derecha, y eso también pasó en Madrid con Díaz Ayuso. Creo que es un proceso que se puede seguir viendo si se mira de manera puntual en otras regiones.
¿Hay un cambio y una polarización en la política y una emergencia de la extrema derecha y la izquierda relacionada a una fragmentación de las audiencias televisivas y la aparición de nuevos canales de televisión que lo hacen posible?
Es cierto que Podemos se construyó a través de la participación de Pablo Iglesias sobre los medios de comunicación.
Es una evidencia que se construyó su liderazgo a través de los medios, porque antes de que diese el salto al liderazgo de Podemos, y que este se considerara como un partido, Pablo Iglesias era un fenómeno mediático a través de su participación en los debates.
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Es cierto que en España, el poder mediático tiene capacidad performativa, tanto para aupar liderazgos como para poder minarlos. De hecho, una de los discursos que usa Iglesias, después de haber dejado el poder, es la capacidad del poder mediático de configurar realidades.
Pero es cierto también que el mejor resultado de Podemos fue con una configuración mediática igual a la que existió cuando tuvo su peor resultado, es decir que hay otros elementos que explican cuál es la realidad política española más allá de los medios de comunicación, que obviamente son un factor influyente en la construcción de realidades a través de la configuración de la opinión pública y publicada.
Creo, ahora mismo, que los elementos de la política española no se entienden únicamente mirando la capacidad que tienen los medios para influir, porque en España existe una correlación mediática muy favorable a la derecha y a la extrema derecha, la mayoría de los medios de importancia están virados hacia allí.
Y el resultado de las elecciones de ayer va en contraposición a esa fuerza de los medios y los conservadores. Por lo tanto, es cierto que tiene capacidad para poder construir y dominar liderazgos, por lo menos para influir, pero no es el elemento fundamental que ayuda a entender cuál es la corriente de fondo que explica los resultados de ayer.
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Probablemente nos encontremos con que produzca más rating y más atracción la derecha que la izquierda y entonces sea televisivamente un espectáculo más convocante...
Sí, es que Pablo Stefanoni creo que hace un buen análisis de cuál es el factor que tiene la extrema derecha un poco contracultural en estos momentos, porque apelando a consensos generalizados en torno a los derechos humanos, como los del colectivo LGBTI, el colectivo feminista, intenta ser un poco punk.
Esto también lo cuenta en un libro hablando del Brexit, y cómo se vinculó a través de hacer de la política el nuevo punk.
Creo que sí es cierto que ese es el elemento fundamental que opera la extrema derecha a través de la incorrección política, pero cuando rasgamos un poco nos damos cuenta que lo único que hace, de una manera discursiva o retórica, es apelar a ese movimiento contracultural o de rebeldía, revolucionario, pero no deja de ser de mantenimiento de los privilegios de los oligarcas y la gente que tiene más poder.
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A través de una especie de juego hace creer a la gente más vulnerable que les ayudan o que intentan velar por sus intereses, pero creo que hay muchos elementos diferentes de las derechas de cada país, y son diferentes dependiendo de sus especificidades regionales.
Y creo que una de las cosas que nos han enseñado las elecciones de ayer en España es que todavía aquí no han conseguido forjar ese movimiento de rebeldía.
Es cierto que hay un sector de los hombres jóvenes, entre 18 y 24 años, que sí han comprado ese discurso, pero de manera general España todavía no está en eso que sí ha llegado a otros países.
MVB JL
