Dos años después de haber limitado a tres horas semanales el tiempo de los niños frente a los videojuegos, el gobierno chino decidió fortalecer su régimen de control de contenidos en celulares y otros dispositivos inteligentes.
Las Directrices para la construcción de modelos de internet para menores exigen a desarrolladores, fabricantes y tiendas de aplicaciones que se coordinen entre sí para crear una “modalidad para menores”, obligación que también compromete a los gigantes occidentales Apple y Samsung.
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Desde ahora, quienes tengan menos de ocho años solo podrán usar los dispositivos durante 40 minutos al día, siempre que los contenidos sean de “educación elemental, aficiones e intereses, y educación en artes liberales”. A partir de esa edad el límite se extiende, por una hora, a los asuntos de “entretenimiento con orientación positiva”.
Aunque la medida implica verificar la edad de los usuarios, los riesgos a la privacidad no representan un dilema para Pekín, que ya administra un sistema nacional de identificación que se activa con cada ingreso a un videojuego o a una red social.
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Más allá de esos claroscuros, ¿cuáles son las recomendaciones internacionales sobre la exposición a pantallas? En 2019 la Organización Mundial de la Salud planteó que los menores de dos años no deben jugar con ellas ni ver TV, y que los que tienen entre dos y cinco deberían hacerlo como mucho una hora al día. Fue después de analizar casi 300 artículos y estudios, con 7500 participantes.
“Lo que de verdad tenemos que hacer es que los niños vuelvan a jugar”, pidió la doctora Juana Willumsen, responsable de obesidad infantil y actividad física para niños de ese organismo. El propósito es reemplazar las actividades pasivas por juegos activos, como leer, cantar o hacer rompecabezas.
Todas tareas que contribuyen al desarrollo motor, cognitivo y psicosocial, en un mundo que lo necesita cada vez más.
BL JL