El economista Daniel Marx analizó la coyuntura económica y las expectativas del gobierno de unificar el mercado cambiario. Además, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), comparó el gobierno de Raúl Alfonsín con la situación actual. "Lo principal es la situación política y social. La pobreza en ese momento era menor", agregó.
¿Cómo interpretás las declaraciones de Gabriel Rubinstein y sus posteriores repercusiones?
Ha sido muy franco. Estar en este momento en esa posición significa enfrentar una serie de desafíos y, a su vez, conciliar la situación económica con decisiones políticas, en una dinámica que no es fácil. Hay desequilibrios económicos que se están tratando de disminuir. Pero para eso se requieren una serie de consensos y tratar de mitigar los costos para la población.
¿A qué atribuís el nuevo despertar del dólar blue?
Hubo una calma prolongada, en un ambiente en donde hay mucha volatilidad. Eso es más la regla que la excepción. Hemos pasado momentos de turbulencias en otros frentes y no tanto en éste en particular
¿Un gobierno que está en el último tramo de su mandato puede construir un plan antiinflacionario ambicioso? ¿Debe conformarse con el control de daño de la situación?
Muchas veces uno tiene la inclinación de controlar los daños, pero no tiene que dejar de lado la ambición de solucionar los problema del país, más allá del corto plazo y de los mandatos electorales.
Duro pronóstico de Gabriel Rubinstein en el Senado: "Estamos coqueteando con la hiperinflación"
Rubinstein dijo que es necesario juntar 20.000 millones de dólares para luego unificar el mercado cambiario y que se estabiliza el dólar. ¿Es una aspiración realizable para este gobierno en su último año?
El número de 20.000 millones de dólares no debería ser tan fijo. Hay países que tienen mucho menos nivel de reservas, pero con mucha más estabilidad y credibilidad en su forma de funcionamiento.
Importan las perspectivas también: si uno tiene 20.000 millones de dólares y uno ve que se puede perder en dos meses, no va ayudar mucho. En cambio si tiene menos monto, pero se sabe que la situación va a mejorar de forma sustancial y sostenida, es mejor que el anterior ejemplo.
¿Es necesario la unificación del mercado cambiario, independientemente de las reservas? ¿Se puede hacer dentro del último año de gobierno o hay que esperar al siguiente?
Pretender ser normal es tener un mercado de cambio unificado, pero hay que generar las condiciones. Esta situación que tenemos es anómala y que dure mucho tiempo genera las complicaciones que tenemos todos los días.
El paralelismo con el gobierno de Raúl Alfonsín
¿Hay algún punto de contacto entre lo que le pasaba a Alfonsín (con la inflación alta y con un clima de desesperanza en general) y lo que estamos viviendo ahora?
Hay puntos similares: inflación alta, desequilibrios en algunos precios y mercado cambiario intervenido en algunas formas. En cuanto a las diferencias, está la tasa de interés que está subiendo mundialmente, pero es una fracción de lo que era. Hay dinero para mercados emergentes que antes no había. También existe hoy un tipo de cambio que es relativamente atractivo para inversiones.
Atrapados sin salida por la “inflación del tipo argentino”
Lo principal es la situación política y social. La pobreza en ese momento era menor, pero ahora hay una mayor conciencia en la sociedad y en la política de que hay cosas para solucionar.
¿Y hay algún punto de contacto entre este plan antiinflacionario de cuatro meses con aquello que se intentaba en los ochenta?
No veo tanto punto de contacto. Son situaciones distintas políticamente, hay que solucionar varias cosas.
¿En diciembre del 2023 se va a llegar a una inflación del 60% o se va a repetir el casi 100% de este año?
Están muy abiertas las posibilidades. El año que viene, una inflación muy alta o un plan estabilización son escenarios que pueden ocurrir tranquilamente,
AO JL
