Daniel Montoya: "La elección de Javier Milei fue la ruina del sistema político que conocimos"
El politólogo cordobés aseguró que el Presidente "entró en las tripas profundas del sistema político" y que estamos reviviendo escenas de los años '90. "La sociedad y la calle están marchando con la cabeza de los dirigentes en la mano", observó.
Daniel Montoya |
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El analista y consultor Daniel Montoya remarcó que hay una nueva configuración de la grieta dividida entre la extrema derecha con el PRO y La Libertad Avanza, y otro polo más tirado hacia la izquierda con el kirchnerismo y el trotskismo de Myriam Bregman y Nicolás del Caño. “Hay que ver cómo trabaja el oficialismo con esta nueva grieta, cómo va atrayendo voluntades”, señaló en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Daniel Montoya es politólogo, analista y consultor. Estudió en la Universidad de Córdoba y realizó un máster en Políticas Públicas en el Instituto Di Tella. Fue director del grupo Banco Provincia y subdirector de vínculos institucionales de Arba. Es autor del libro “Estados Unidos versus China. Argentina en la nueva guerra fría tecnológica”.
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Alejandro Gomel:¿Qué reflexión tenés respecto a la relación del Presidente con los gobernadores?
Parecería que Milei golpea fuerte y después el ministro Francos pasa con la ambulancia a tratar de levantar los heridos, sobre todo después de la debilidad que desnudó la votación de la ley ómnibus, donde se vio claramente que, por un lado, Milei tiene una gobernabilidad muy débil. Además se vislumbra un acompañamiento del PRO prácticamente universal 100%, los términos de la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO es uno de los temas candentes que se están discutiendo, pero se ve que con eso se quedan cortos, pueden reunir apenas 80 legisladores, no llega al quórum y ahí es en donde se ve en qué medida se empieza a expandir el oficialismo en sus alianzas hacia ese sector de centro para poder llegar a la cantidad necesaria de diputados.
AG:¿Crees que va a haber una reconfiguración en la política argentina? ¿Qué ves de lo que se viene?
Sin dudas la elección de Milei fue la ruina del sistema político que conocimos. Por ahí después del Big Bang de la convertibilidad todo ese sistema que se construyó alrededor de dos grandes coaliciones, cuyas grandes referencias fueron Néstor y Cristina Kirchner (de un lado) y Mauricio Macri (del otro), se empieza a implosionar en las elecciones del 2023. Seguramente estamos asistiendo a un momento de reconfiguración profunda de fuerzas, se refleja en esta suerte de paritaria que hay entre LLA y el PRO, y por el otro lado un radicalismo que ya vimos en la votación de ley ómnibus cómo crujió alrededor de dos polos.
Es una vieja historia la del radicalismo, siempre contuvo dentro dos pulsiones, una más de centro-izquierda y otra de centro-derecha. La de centro-izquierda fue representada en su momento por Alfonsín y la otra por Fernando de la Rúa.Ahora tendríamos a Manes y De Loredo, por ahí también Lousteau quedando del lado de Manes.
Lo que está en pie es una nueva configuración de la grieta: así como nació una grieta en el 2003 y se potenció al máximo la crisis del campo, ahora estamos en la configuración de una grieta más, que es una configuración de un lado un polo extremo muy tirado a la derecha con dos fuerzas nítidas como LLA y el PRO, y del otro lado un polo que se está configurando con una situación mucho más tirada a la izquierda que es entre el kirchnerismo y el trotskismo que representan Del Caño y Myriam Bregman. En el medio están los radicales tironeados de un lado u otro. Hay que ver cómo trabaja el oficialismo con esta nueva grieta,cómo va atrayendo voluntades.
AG: ¿Cómo ves la relación de Llaryora con Milei?
Es un punto de inflexión. Vemos haciendo pie a un gobernador que en estos primeros 30 días tiene más rodaje en los medios nacionales que Schiaretti durante tres gobernaciones. Se ve claramente un gobernador muy ambicioso, un futuro candidato a presidente seguramente, lo veo haciendo ese camino. Llaryora es de perfil territorial, fue intendente dos veces de San Francisco, una ciudad cordobesa cabecera de San Justo.
Después de dos intendencias en San Francisco saltó a la política de la capital, algo que les cuesta mucho a los dirigentes de perfil local del interior de Córdoba.Llaryora saltó rápidamente, hizo pie y en una elección muy difícil logró ganar sacando una diferencia de 70 mil votos que se explican por el prestigio de él tanto en San Francisco como en Córdoba. Se ha chocado con una situación que no enfrentó el cordobesismo en el pasado: De la Sota y Schiaretti estuvieron siempre polarizando con un kirchnerismo que nunca logró hacer pie en Córdoba, entonces ante los problemas agitaban el localismo.
AG: El año pasado el cordobés votó a Llaryora y a Javier Milei…
Vimos una primera vuelta en la que quizás Milei no penetró tanto como Mauricio Macri, que en su momento sacó 54%, pero en la segunda vuelta sacó más que el 71% que sacó Macri en 2015.
Estamos yendo a un choque de trenes de altísimo voltaje: por un lado un gobernador muy ambicioso y por el otro un presidente que está reproduciendo ese romance que tuvo Macri con Córdoba, pero que es mucho más ambicioso en cuanto a una agenda de reformas. Hemos visto cómo se ha producido este choque. En este momento la política de Córdoba está en llamas por esta situación, es un electorado que ha votado a los dos y se tiene que encontrar y ver en qué medida Llaryora tiene esa plancha que usaron repetitivamente De la Sota y Schiaretti para polarizar con el kirchnerismo. Milei entró en las tripas profundas del sistema político y es muy apreciado por todos los segmentos juveniles.
AG:Temas como la educación y el transporte son los conflictos que empiezan a surgir más allá de la planificación de un gobierno. ¿Qué puede pasar en ese sentido?
Como mencionaba antes, estamos ante un sistema político en ruinas que, de alguna manera, la caja de resonancia de eso fue la victoria de Milei el año pasado, donde la principal fuerza de oposición no solo quedó desarmada, sino que ni siquiera se metió al balotaje. En ese contexto, vemos que los límites que le pueden aparecer a Milei no están por el lado del sistema político, porque es un sistema político donde hoy la sociedad y la calle está marchando con la cabeza de los dirigentes en la mano.
El tema del transporte con el paro de trenes y el conflicto con la educación son dos temas muy calientes, hay que ver qué límites le van a aparecer a Milei a nivel de sociedad y de la calle. Vemos los aumentos y escenas como las de ayer en la estación de tren de Constitución, en donde la gente se ve obligada a saltar la valla para ingresar porque los costos son muy altos, sabemos que la gente que viene al área metropolitana se toma entre 3 y 4 transportes.
Estamos reviviendo escenas de los años ’90, que precisamente fue un proceso de modernización económica y apertura, que estalló y se establecieron los límites en ese 40% del área metropolitana que compone todo esto y que incluye a la Ciudad de Buenos Aires. En aquel momento vimos partidos con tasas de desempleo de 18 puntos, el caso también de General Pueyrredón y muchos conurbanos que no solamente están en CABA, sino también en el interior, como Rosario y Córdoba, o inclusive pequeñas ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires. Hay que ver qué límites le parecen a Milei por el lado de la calle y de conflictos, como que por ejemplo no empiecen las clases.
AG:¿Las circunstancias hacen que pueda haber una proceso similar a los ’90 o es más una añoranza de MiIei a reconstruir esa época?
Yo creo que sería un gran error que el Gobierno no tome nota de las conclusiones y límites que tuvo ese proceso. Algo sustancial que hace la diferencia con los años ’90 es que el mundo de hoy es otro, aquel mundo era un mundo dominado por Estado Unidos, en donde Menem no hizo más que alinearse y sintonizar con los vientos de época. Hoy estamos hablando de un mundo totalmente diferente, en donde ese proceso de globalización emergente de los años ’90, que estaba muy fuerte, hoy se ha debilitado. Muchos expertos en el tema están hablando de un proceso de desglobalización, inclusive hoy nos podemos preguntar si Menem sería menemista en estos tiempos.
Está claro que Milei hizo una campaña electoral con una motosierra en la mano, pero hay que ver si la gente apoyó eso como un humor del momento o si está dispuesta a acompañar un proceso de ajuste tan cruel y con tan poca empatía de parte del Gobierno, esa es la pregunta del millón.
