Según informó el periodista Claudio Mardones en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), la hora que generó suspicacia, porque la transmisión del discurso del ministro de Hacienda estaba prevista 40 minutos después del lanzamiento de la precandidatura presidencial de Juan Grabois.
Grabois empezó a hablar recién a las 20, es decir que en el Estadio Ferro estuvieron siguiendo muy en detalle los minutos en los que habló Sergio Massa.
Lo que repercutió es que tomó la idea de la "papa caliente" que reivindico Cristina Fernández de Kirchner, pero planteó algunas definiciones mucho más claras. En primer lugar, buscó mostrarse autocrítico y dijo que dentro del pan peronismo siempre ha buscado mantener la conversación pública con el electorado de clase media, y dijo que la clase media laburante perdió el ingreso desde hace rato y no lo recuperó desde 2018.
También planteó que su responsabilidad sigue siendo ser ministro de Economía, pero el núcleo del mensaje surgió cuando busco darle contenido a lo que se discutirá el 10 de junio: “Es clave que el 10 de junio cuando hagamos el Congreso y fijemos una posición política definitiva para el año electoral que viene respecto del respaldo de candidaturas, de si participamos o no en el Frente de Todos, cómo participamos y cómo se diseña el Frente”. De este modo, deslizo que todavía el Frente Renovador tiene que definir su permanencia en el Frente de Todos.
El hecho de que haya hablado sobre cómo se diseñará el Frente es algo que viene retumbando en las distintas tribus del panperonismo y tiene que ver con el lanzamiento de una nueva marca. Quizás el Frente haya llegado a su fin en términos de marketing político y se esté cocinando una nueva marca para competir en las elecciones. Eso, obviamente, depende de una definición política clave: si finalmente la coalición oficialista buscara revalidar los títulos el 13 de agosto con una lista de unidad o con la realización de las PASO.
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Cerca del ministro dicen que no tiene sentido pelear las PASO porque sería una "disputa entre enanos" que no superarían los 16 puntos y que hay que apelar al tercio que tiene el panperonismo y que reflejan las encuestas. “Cuando aparecen esas peleas de enanos, de alguna manera lo que terminan generando es un vacío de poder y una falta de certidumbre para la gente”, declaró Massa.
A todos los cuadros del Frente les planteó también una línea, que es terminar de cumplir con el contrato electoral asumido, pero reconoció que es un contrato lastimado por el endeudamiento, y la pandemia. También sostuvo que han cometido errores propios en “términos de perdida de reservas y de emisión descontrolada”.
Además, habló de definir un programa para confrontar qué país quieren, y en ese sentido dijo: “Si no lo hacemos nos vamos a arrepentir”.
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Una vez concluido el encuentro directivo del FR, Juan Grabois planteaba que no hay problema con Massa como aliado pero que no le pidan que piense que es de la familia. Lo dijo después de sostener que junto a La Cámpora, Wado de Pedro y Axel Kicillof son primos, hijos políticos de una tía política. Así definió a Cristina Kirchner.
Los mensajes de Grabois estuvieron, aparte de delimitar cómo se moverá dentro del frente de Todos, concentrados en antagonizar con Sergio Massa. El massismo no tomó el guante, solo está la cuenta regresiva para el Congreso del FR del 10J.
Los cañones están puestos en conseguir un gesto de unidad, buscar una reconciliación y evitar las PASO.
MVB JL
