El conductor radial y escritor, Fernando Rosso, dialogó con Jorge Fontevecchia para Modo Fontevecchia, por Radio Perfil (FM 101.9), y analizó el crecimiento de la izquierda en términos electorales. Además, cómo están las internas del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio.
¿Cómo podría desarrollar la tesis de su libro La hegemonía imposible?
La idea parte del fenómeno que observamos todos de las grandes coaliciones políticas, que tienen capacidad de veto del proyecto ajeno y e imposibilidad de imponer el propio. Eso se expresa como grieta y traté de indagar en el libro cuáles son los condicionantes más estructurales que hacen a esa situación, con un debate político inclinado sobre los liderazgos. En ese terreno, parto del 2001 como condicionante de lo que pasó en gran parte de estas dos décadas y las condiciones económicas y los bloques sociales que vieron imposibilitado terminar de aplicar su programa.
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¿Qué diferencia hay entre su tesis y la clásica del "empate hegemónico"?
Tomé el concepto de ahí para jugar con eso, pero cambiaron los sujetos sociales. Antes se hablaba de una burguesía nacional que incluía al sector agrario, que no tiene nada que ver con lo que es el campo en la actualidad, y con un mayor protagonismo del Estado, que es lo que intentan expresar las distintas coaliciones peronistas con sus matices. Lo que intentó hacer el macrismo fue una alianza con el capital financiero concentrado, junto con un sector agrario. Ninguno pudo imponer condiciones políticas ni relaciones de fuerzas sociales para concretar sus ideas. Desde el 2012 hasta la actualidad estamos en esa imposibilidad y la gestión de Alberto Fernández es la que mejor lo manifiesta.
Alejandro Grimson planteaba la diferencia dentro del Frente de Todos entre aquellos que creían que lo mejor era que no volviera el macrismo y quienes pensaban que la derrota podía ser beneficiosa para no contaminar su posición. ¿Cómo cree que terminará la interna del Frente hacia el 2023?
Es una discusión que se da entre la izquierda y los sectores progresistas, para ver que le allana el camino a la derecha. Los resultados de las elecciones del 2021 se produjeron por la política económica del Frente de Todos. Si el núcleo central no responde, a una base social que se mantenga, es porque siente que no hay resultados. Eso pasó porque se aplicó un ajuste por otros medios, a través del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, y eso lo dijo Cristina Kirchner como balance. Hacia el 2023 hay una visión tramposa del sector cristinista, porque acompañaron todo el proceso y querían cambiar las condiciones del acuerdo con el Fondo a último minuto. Los triunfos o derrotas de las coaliciones van a depender más de la debilidad ajena que de la fuerza propia.
¿Qué el sector más cercano a Cristina haya querido borrar con el codo lo que escribió con la mano, ¿tiene que ver con un temor al crecimiento de la izquierda?
Entre los dirigentes de La Cámpora se sabe que sí, porque en algunos distritos del conurbano el Frente de Izquierda llegó a rondar el 10 por ciento de los votos. El crecimiento de la izquierda afecta al cristinismo del conurbano y las elecciones del 2021 lo expresaron de distintas maneras. La fuga de votos de Juntos por el Cambio hacia Milei y del Frente de Todos hacia el FIT, aunque no fue dramática, no fue hacia el centro, sino hacia los extremos y no me parece extraño. Después de una década de estancamiento, no sorprende que una parte de la sociedad esté buscando soluciones mas drásticas.
Mayra Arena planteaba que los votos de Milei también venían del Frente de Todos, por el tono y no tanto por las ideas. El crecimiento de la ultraderecha, ¿canibaliza por igual a Juntos por el Cambio que al Frente?
El fenómeno de Milei fue una novedad y su componente mayoritario es una radicalización de sectores del PRO. Javier Milei dice en voz alta lo que piensa el PRO, sin decirlo tan rabiosamente. Y Horacio Rodríguez Larreta ocupa el rol que tenía Macri en el 2015. El 2001 también marcó el "que se vayan todos" y nuca volvió a tener un régimen fuerte de partidos. El fantasma está siempre presente.
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¿Puede ser funcional Milei a que el Frente de Todos gane en primera vuelta?
Puede pasar. De hecho, al establishment político y económico le sirve discutir más lo que dice Milei, aunque no se pueda aplicar, porque estarían conformes si se concreta algo de todo eso. Los números y la percepción social no le dan al oficialismo.
Cuando se analizan las diferencias del Frente de Todos, ¿se pueden llegar a unir como en el 2019 para ganar las elecciones?
Cuando Máximo Kirchner dijo que se iba a poner los anteojos para leer un discurso, como tendría que haberlo hecho con el acuerdo con el FMI, creo que fue una política consiente para no entorpecer en la votación ese pacto y después separarse. Si todos fueran Massa o Guzmán, tendrían más fugas al Frente de Izquierda. No se pude separar tanto el discurso de la realidad y por eso la gente los castigó, aunque estaban juntos.
JL PAR