Gustavo Marangoni: "Va a ser la campaña electoral más áspera de las últimas décadas"
El ex director del Banco Provincia brindó un panorama del escenario político que se avecina. "Esta elección se viene con los tacones de punta y la cancha embarrada", graficó.
Gustavo Marangoni: "Va a ser la campaña electoral más áspera de las últimas décadas" |
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El politólogo Gustavo Marangoni detalló las internas en las principales coaliciones de cara al año electoral y el posible armado de las candidaturas. "MauricioMacri y Cristina Kirchner se parecen en la ambigüedad y la búsqueda de la sorpresa", sostuvo en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Alberto Fernández logró el apoyo de varios intendentes en su embestida al Poder Judicial. ¿Está buscando más legitimidad en su pedido?
Es una acción destinada a tratar de salvar las fisuras en el frente interno del oficialismo. El juicio a la Corte no tiene los votos suficientes para prosperar, se requieren dos tercios de Diputados y se ve que no es posible. Buscan que el juicio político sea un artefacto político para consolidarse puertas adentro.
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¿La cuestión judicial tanto para el oficialismo como para la oposición es el tema del verano? ¿Qué tan dañino puede ser para el electorado en los próximos meses?
Creo que va a ser la campaña electoral más áspera de las últimas décadas. Se ve en el volumen de las declaraciones, las adjetivaciones y las acusaciones cruzadas. Se viene con los tacones de punta y la cancha embarrada.
Sin embargo, el ciudadano común no tiene tan presente estos términos complejos de lo que se está debatiendo. Es una agenda más endogámica. Las verdaderas preocupaciones son economía, seguridad, salud y empleo.
Jorge Elías(JE):¿Hay un divorcio dentro del oficialismo?
Sí, hay divorcio. O por lo menos separación de bienes. Se sabe que se recrudeció el trato entre el Presidente y la vice. Mientras que es Sergio Massa quien trata de llevar adelante la gestión.
La fragmentación interna de la política argentina es muy visible, pero en el oficialismo es más evidente aún.
JE:Y en la oposición también surgieron varias separaciones, ¿correcto?
Las dos coaliciones son como espejos que se devuelven imágenes invertidas. Al igual que Cristina, no sé sabe qué va a hacer Macri. Tal vez tenga un rol parecido al de Alfonsín, que era la figura importante del radicalismo pero no fue candidato.
O, como hizo Cristina en 2019, construirá una movida electoral. No sabe si quiere participar en las elecciones o ser garante. Y su decisión, por supuesto, va a moldear la postura de los demás participantes de Juntos por el Cambio.
Macri y Cristina se parecen en la ambigüedad y la búsqueda de la sorpresa. El kirchnerismo cumple 20 años, y siempre ha generado su némesis interior y exteriormente. En política, lo que hace una punta del ovillo, repercute en la otra.
JE:Con una salvedad, porque la UCR y el PRO son más transparentes en las discrepancias, comparado con los pataleos internos dentro del Frente de Todos.
Da la sensación de que el peronismo se maneja bien en el quilombo. Lo demuestran el distanciamiento de sus dos figuras fuertes o las políticas económicas en donde hay muchas discrepancias, entre otras cosas.
¿Te imaginás a Patricia Bullrich bajándose de sus aspiraciones para mantener aunado el espacio?
Es muy temprano para bajarse. No me la imagino bajándose de todas maneras.
La interna oficialista de cara a las elecciones
JE: ¿Ves a Alberto Fernández buscando la reelección?
Él lo pretende, pero sus posibilidades son mínimas. Está lejos de parecer un líder del Frente de Todos. El kirchnerismo no parece acompañarlo.
Se vio también en la movida contra la Corte, en donde se bajaron varios gobernadores. O la escasa convocatoria dentro de su propio elenco en el acto por los tres años de gestión.
¿Cuánto incide el Mundial obtenido en la estabilización económica pretendida, teniendo en cuenta que desde que ganó la Selección no paran de subir los bonos argentinos, por ejemplo?
No incide en nada. La cercanía a cierta estabilización tiene que ver con que Massa sea un experto en economía regulada y su capacidad de dialogar con diversos sectores.
En contrapartida, Martín Guzmán, antes de ser ministro estuvo lejos de la Argentina y la economía real.
