El ex funcionario público, Jorge Ferraresi, opinó que “si Cristina Kirchner tiene que ser candidata, será”. A su vez, afirmó que “lo más importante es la propuesta política y las decisiones que se toman cuando a uno le toca ser gobierno”, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
Por la cantidad de viviendas que se construyeron cuando usted fue ministro de Desarrollo Territorial, si se hubieran seguido construyendo al mismo ritmo, ¿en cuánto tiempo se solucionaría el problema en nuestro país?
Nosotros generamos una planificación para construir 100 mil viviendas por año en Argentina. Con ese ritmo de construcción, y a partir de un cambio de paradigma con respecto al “recupero”, que introdujimos nosotros, creo que en 15 años el tema de la vivienda podría ser un tema muy encaminado.
Me fui entregando la vivienda número 60 mil. En menos de dos meses se entregaron 15 mil más, y hay 140 mil en ejecución. Ojalá a partir del 2024 se siga con esta política.
Recuerdo que Alemania tuvo la clave de su desarrollo, tras la Segunda Guerra Mundial, en el ministerio de Vivienda. ¿Hay en la construcción de la vivienda, no solo una respuesta a la cuestión del tema de la vivienda, sino también una clave del desarrollo de la economía argentina?
Seguramente sí, porque genera una cantidad importante de mano de obra, y también porque el 99% de los materiales que se utilizan son de producción nacional. Por otra parte, el Estado se beneficia con los impuestos y con otras actividades que se desarrollan alrededor de la construcción.
La vivienda propia se hace inalcanzable: se frenaron los créditos hipotecarios en noviembre
Esto requiere una planificación y, como primera medida, es muy importante la generación de suelo para permitirle al Estado construir viviendas en suelos aptos y con infraestructura. Hemos puesto este tema en la agenda de todas las provincias. Ya hay siete que han generado leyes de suelos.
¿Cuánto estuvo usted como ministro? ¿Con qué se encontró una vez que volvió a Avellaneda?
Faltaron 12 días para llegar a dos años como ministro. Esos me los tomé porque tampoco quería especular. Si hubiera estado 12 días más, hubiera tenido la posibilidad de tener dos reelecciones. No quise tener esa ventaja, y por eso volví doce días antes a la intendencia, que tiene un equipo creado y que funciona. No corría ningún riesgo la construcción política, pero creía que desde acá, del territorio, podría aportar muchísimo.
Me sentía mucho más útil no teniendo lugar en el Ejecutivo Nacional, sino estando desde el territorio en esta construcción política.
Cristina Kirchner reaparece en público este martes con un mensaje navideño
CFK 2023
El autoimponerse no tener ese privilegio, ¿no se relaciona con los dichos de Cristina Kirchner, al decir “no quiero ser candidata” para que no se crea que está buscando fueros?
Creo que Cristina lo hace desde un lugar distinto. Toda la persecución en ese juicio que no tiene nada de jurídico, sino que es político, al igual que este último dictamen de la Corte.
Cristina Kirchner, cuando ejerció sus mandatos, tuvo grandes logros, y ella pone siempre los números sobre la mesa, para que se discuta sin ambigüedades. Cuando uno analiza los números, se ve que durante los gobiernos de Cristina, Argentina ha tenido su mejor performance con respecto al salario, al consumo, a las importaciones y a la inversión en obra pública.
La vicepresidenta dijo que “va a hacer lo que tenga que hacer”. Hoy hay una gran oportunidad para escuchar su visión sobre el presente. Si tiene que ser candidata, será, y si no, habrá otro compañero o compañera que represente nuestro espacio político.
¿No se descarta que Cristina sea candidata?
No descarto que Cristina Kirchner sea candidata. Yo me quedo con las frases más positivas. Ella siempre dijo “voy a hacer lo que tenga que hacer para que un compañero o compañera siga el proceso de transformación de Argentina a partir del año 2023”. Si Cristina tiene que ser candidata para garantizar un triunfo, lo será, y sino será otro compañero.
Cuando construimos el Frente de Todos lo hicimos con un objetivo, que no sigan las políticas del neoliberalismo, y eso lo logramos, pero después no pudimos plasmar una idea de gobierno.
Algunos dicen que “rompimos el contrato electoral”. Pero yo no recuerdo ningún documento del Frente de Todos donde hayamos dicho previamente qué íbamos a hacer con el tema de la deuda externa. No lo discutimos, y cuando llegó el tratamiento, surgieron las visiones distintas que hay dentro del espacio, esto causó un punto de inflexión y un debilitamiento.
Ahora tenemos el desafío de que cada espacio del Frente de Todos plasme en ideas sus propuestas de gobierno ante cada una de las temáticas que falta resolver en la Argentina. En definitiva, es la voluntad popular la que determina cómo los gobiernos tienen que gobernar, en función de la cantidad de votos y la generación de esas mayorías.
Cristina Kirchner, entre lágrimas: "No voy a ser candidata, presa o muerta me quieren"
Entre las dos frases de Cristina, “no voy a ser candidata a nada”, y “voy a hacer lo que tenga que hacer”, usted afirma que tiene preeminencia esta última, aún si fuera desdecirse frente a su afirmación de no ser candidata.
No es desdecirse. Cuando te tiran con todo en contra, hay momentos en los que uno hace declaraciones desde un lugar más emocional. Lo que nos dijo Cristina es que cada uno saque el bastón de mariscal y empiece a construir este futuro que es tan necesario. Lo viene marcando desde antes de 2017. Nosotros, como dirigentes políticos, tenemos esa responsabilidad.
Quién es el candidato es lo menos importante, lo más importante es la propuesta política y las decisiones que se toman cuando a uno le toca ser gobierno. Qué decisiones se toman tiene que ver con quiénes son los candidatos, porque no todas las personas están en condiciones de tomar las mismas decisiones.
¿Qué expectativa tiene de lo que vaya a decir Cristina hoy?
Muchas. Lo que hace Cristina muy bien es mostrar la fotografía del presente. En su último discurso quedó muy plasmado, con el tema del encuentro en la mansión de Lewis. Con la alineación de los medios concentrados, las grandes empresas, la Corte Suprema, y la herramienta electoral del PRO, que se han juntado a delinear una cantidad de temáticas.
En eso se enmarca también esta decisión de la corte de transferir los fondos a la Ciudad de Buenos Aires. Para graficar, 180 mil millones, que es lo que la Corte pretende que se le transfiera a la Ciudad, que son seis años de presupuesto municipal de Avellaneda.
El Gobierno ha generado un buen debate. Esto se debatirá en la Legislatura, y hay que ver qué opinan los legisladores de las provincias, en función de que se debata y elijan de qué se privan para transferirle recursos al distrito más rico de la Argentina.
FM JL
