Varias naciones fueron excluidas de la invitación de la Casa Real, cada una por motivos diferentes. Lo marginados del evento van desde Vladimir Putin, pasando por el presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko y hasta Nicolás Maduro, de Venezuela.
El lunes próximo será el funeral de la reina Isabel II, el último acto antes de su entierro, después de su fallecimiento el jueves 8 de septiembre. Ese último adiós tendrá lugar, como es costumbre, en la abadía de Westminster, donde acudirán los jefes de Estado y las casas reales de prácticamente todo el mundo.
Los países que se quedan sin invitación de la Casa Real
Uno de los países es Rusia. La guerra iniciada por Vladimir Putin ha sido motivo suficiente para tacharlo de la lista. Sí ha sido invitado el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, pero no acudirá debido a la situación en la que se encuentra su país.
Tampoco ha sido invitado Bielorrusia por el apoyo incondicional de su presidente, Aleksandr Lukashenko, llamado El último dictador de Europa, a los afanes bélicos de Putin. Otro excluido ha sido Myanmar (ex Birmania) por ser uno de los países asiáticos que cuenta con fuertes restricciones británicas debido a la represión que ejerce sobre la comunidad rohingya, etnia musulmana sin Estado ni amigos, como la define la ONU, expulsada al vecino Bangladesh.
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Otro tanto ocurrió Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, mantiene una disputa legal con el presidente encargado y reconocido por el Reino Unido, Juan Guaidó, por el oro depositado en el Banco de Inglaterra. De la lista también fue excluido Afganistán, dominado por el régimen talibán. Irán y Corea del Norte podrán enviar un embajador, pero no un jefe de Estado.
Los invitados deberán arribar a Londres en vuelos comerciales y serán trasladados en un ómnibus a la Abadía de Westminster. El aeropuerto de Heathrow no estará disponible para vuelos privados o estacionamiento de aeronaves. El gobierno argentino decidió ser representado por el embajador en el Reino Unido, Javier Figueroa.
