El prestigioso periodista, Nelson Castro, aseveró que "se llama bloqueo porque lo que bloquea, valga la redundancia, es el dolor", en referencia a la intervención que recibirá Alberto Fernández en las próximas horas. La salud del Presidente y el deterioro de los jefes de Estado cuando están en el poder, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
La cuestión que afecta al Presidente en su columna, ¿es eso que normalmente tienen las personas cuando hace un esfuerzo físico y le aplican una inyección entre la vertebras o es algo más complejo?
Seguramente debe haber hecho algún mal movimiento que lo generó. Todos después de los 40 años tenemos cierto nivel de artrosis en la columna vertebral y, en algunos casos, eso se ve acompañado por lo que se llama un desplazamiento del disco (es algo que se interpone entre dos vertebras) y cuando se desplaza causa una hernia que tiene distintos grados.
En determinadas circunstancias, las hernias de disco producen un dolor muy intenso, que se llama lumbalgia, que llega a ser muy difícil para moverse. Esto es lo que tuvo Alberto Fernández y que va a motivar este bloqueo que le harán mañana.
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Se llama bloqueo porque lo que bloquea, valga la redundancia, es el dolor. Se inyecta con control y eso tiene un compuesto a base de antiinflamatorios (corticoides) y un anestésico (lidocaína). Todo esto produce un alivio a veces inmediato u otras pasan algunas horas y la sustancia trabaja durante el tiempo. Por lo tanto, eso augura que la mejoría se mantenga.
En algunos casos, con una sola aplicación es suficiente, porque eso después se acompaña de tratamiento de kinesiología, elongación y demás. En otras ocasiones, puede que sea necesario repetirlo periódicamente.
La última vez que Alberto tuvo un problema de hernia de disco fue cuando era jefe de Gabinete. ¿El estrés juega un papel en estos casos?
Si. Es muy importante. El poder enferma, no es una frase hecha, es una que tiene aplicación.
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El Gobierno vive una situación de toxicidad y eso pasa factura en el cuerpo del Presidente. No es gratuito, esto le está pasando y hay que recordar que tiene una patología de base que es una trombofilia hereditaria. La trombofilia es una enfermedad que consiste una tendencia a formar coágulos, por eso es anticoagulado.
¿El hecho de que él esté anticoagulado genera alguno cuidado especial o por posposición de la intervención del bloqueo tiene que ver con el bloque o son cosas desconectadas una de otra?
Son distintas, pero siempre exige cuidado. Cabe recordar que el problema que tuvo en Bali fue porque es desordenado en el respeto del régimen medicamentoso que tiene que seguir.
Cuando fue candidato, tuvo que ser internado porque tuvo un episodio por falta de toma de la medicación y en Bali lo padeció porque tuvo un exceso de la toma de la medicación que es lo que te puede producir hemorragias.
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El poder y la salud
Se dice que cada año de presidente es como la relación que existe entre la vida de un perro y un ser humano, es decir, un año de presidente envejece siete años, un periodo de cuatro años envejece 28 años y si fuera reelecto 56 años. ¿Esto te hace reflexionar sobre las eventuales candidaturas de Cristina Kirchner y Mauricio Macri como plausilbles o como que después de haber pasado por eso las personas tienden a no querer repetirla?
Es así. El deterioro de la salud de Cristina como consecuencia de lo que le ocurrió es claro. Macri también tuvo episodios de salud importantes durante su gestión. Sin embargo, hay una punción superior a esto, por eso lo instintivo en la política tiene casi un valor patológico de querer volver. El político sufre un montón de patologías.
Uno de tus libros, que es best seller mundial, es el de la salud de los papas. Recientemente estuve con Francisco y lo veo mejor que el año pasado. Diferenciando de los presidentes, ¿los papas enfrentan menos riesgos de ser removidos? ¿Es igual?
Los papas tienen largas vidas, son longevos y al paso que va Francisco también lo será. Ahí opera una situación diferente porque el ambiente vaticano que está lleno de intriga, pero la inamovilidad de ese cargo y verticalismo que emerge te elimina un montón de tensiones.
El estrés es menor. El manejo de la gestión gubernamental es mucho menor, el Papa está solo, no tiene que lidiar con ministros y lo que él dice se acepta, no se discute.
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La idea de ser vitalicio es el poder real, ese es el poder sin tiempo.
Sí, eso te quita un problema enorme porque en el poder que hoy tenés, en una democracia cualquiera, debés revalidarlo todos los días.
Estamos llegando a la conclusión de que los presidentes, no solamente de Argentina, tienen poco poder y se enferman porque su poder está muy por debajo de las responsabilidades que tienen.
Es así. Carlos Saúl Menem, más allá de las enfermedades que tuvo, disfrutaba el poder. Tenés esas personalidades que cuentan.
Menem sentía todo el poder y no sentía que el mismo esté amenazado.
Exacto. Es un elemento que cuenta mucho en la tensión que uno vive en el día a día.
BL JL
