Transición día 11: Caputo-Milei, psicologías inestables
El presidente electo, diría Freud, eligió narcisísticamente y por empatía, a otro “distinto a lo normal” para el cargo de ministro de Economía.
Luis Toto Caputo |
NA
“Efectivamente Caputo tiene su revancha y podrá utilizar la experiencia que hizo en la gestión de Mauricio Macri para no volver a cometer los mismos errores que lo hicieron renunciar. Esperemos, por el bien de todos nosotros, que así sea, deseándole la mejor de las suertes”, analizó Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1) del jueves 30 de noviembre del 2023
Se nos fue el mes de noviembre, un mes para recordar con un cambio de política económica y una elección a toda orquesta. Mañana comienza un diciembre que seguramente también será un mes con muchas sorpresas, al igual que todos los que siguen
El confirmado ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, comparte con el presidente electo, Javier Milei, una psicología inestable. Freud sostenía que en las relaciones de parejas hay dos formas de relacionarse: la narcisista, entre iguales; y la analítica, entre aquellos que son complementarios. El presidente electo, diría Freud, eligió narcisísticamente y por empatía, a otro “distinto a lo normal” para el cargo de ministro de Economía. Por ejemplo, Caputo, no cuenta con la trayectoria académica de Federico Sturzenegger o Carlos Rodríguez, dos economistas que estuvieron próximos a Milei y que tienen un amplio recorrido académico.
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Recordemos que el préstamo con el FMI se utilizó para poder pagarles a los grupos de inversión privados que compraron bonos de deuda argentina a tasas que, en el macrismo, superaron el 70% de interés. Por este motivo, Milei, en una de sus coléricas apariciones televisivas de entonces, dijo que “Caputo se fumó 15 mil millones de dólares”.
Caputo le renunció al presidente Macri en medio de un vuelo del ex presidente a Estados Unidos, una vez que había conseguido el crédito del Fondo Monetario, con el cual se pudo pagar a las personas que habían comprado los abonos de deuda que él había emitido. Miguel Ángel Pichetto fue el primero en llamar la atención sobre las características de Caputo.
En octubre del 2018, en el Senado, Miguel Ángel Pichettoaseguró en sentido metafórico que “Caputo se fue con ataques de pánico”, y agregó que si uno analiza las conductas de "Toto" Caputo concluye que es lamentable. “El presidente estaba negociando un acuerdo con el Fondo en Washington y este señor (Caputo) le renunció desde Buenos Aires”, declaró Pichetto.
Por otro lado, en mayo del 2018, Luis "Toto" Caputo defendió el acuerdo con el FMI: “Es la mejor alternativa para todos los argentinos”, afirmaba en un programa de televisión.
Es muy interesante cuando, previamente a la elección del presidente, se discutía que el ministro de Economía debía tener unacapacidad didáctica, ser un explicador. Parte de la economía y del éxito de un plan económico reside en la confianza que genera, a partir de cómo se lo explica, de la capacidad didáctica que tenga la oralidad del ministro. Por ejemplo, son muy elogiadas las capacidades de comunicación que tiene Carlos Melconian por el uso de las metáforas futbolísticas o populares que utiliza, u otras capacidades de oratoria académicas. Evidentemente, "Toto" Caputo tiene cero capacidad comunicativa en los programas de televisión.
Caputo realizó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Cardenal Newman, al igual que el expresidente Macri. Es licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires y profesor de Economía y Finanzas en el Posgrado de la Universidad Católica Argentina. Es primo hermano de Nicolás Caputo, empresario de la construcción y "hermano del alma" del expresidente.
En su carrera se desempeñó como jefe de Trading para América Latina del JP Morgan entre 1994 y 1998. Fue presidente del Deutsche Bank en Argentina hasta 2008, cuando creó Axis, una sociedad de Fondos Comunes de Inversión. A través de esa empresa compró dólares a futuro y arrastra una denuncia judicial en la que se lo acusa de haberse beneficiado con la devaluación del dólar. Desde la Secretaría de Finanzas firmó un endeudamiento por más de 4.200 millones de dólares “en concepto de infraestructura de Transporte".
En 2018 la investigación Paradise Papers, del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, reveló que Caputo tenía vínculos con fondos de inversión offshore en Islas Caimán, Delaware y Miami. La investigación internacional también mostró cómo el ministro ocultó, al asumir como funcionario, que fue accionista de sociedades offshore creadas para administrar cientos de millones de dólares en paraísos fiscales.
Más allá de la ironía, hay en la psicología del ministro designado algunas características que también lo diferencian de sus colegas. Es famosa su foto en Brasil tomando sol, en medio de la crisis financiera de la Argentina. Se sabe también que su propia familia no está de acuerdo con su exposición pública.
En una columna publicada en el Diario Perfil, el psicólogo Pablo Melicchiodefinió la ansiedad como la expansión del presente. Un "ahora" que reclama continuamente y que no permite elaborar estrategias. Algo más propio de los traders de bolsa que de los estrategas económicos. Al trader lo único que le importa es hoy, casi un hoy como síntoma.
Quien salió a defenderlo fuertemente en ese momento fue Marcos Peña, quien lo calificó como el “Messi de las finanzas”. En febrero del 2018, Peña declaró en el programa Animales sueltos que “la calidad ética y profesional de Caputo es un orgullo para los argentinos”. Sin embargo, no fue por estas denuncias que renunció "Toto" Caputo si no por las consecuencias de su propia política financiera.
Cuando la oposición empezó a criticar fuertemente la política de intervención del Banco Central en el mercado financiero, fue citado al Congreso para responder preguntas de los diputados. Caputo tuvo un cruce con la diputada Gabriela Cerruti que explica también cierta característica peculiar de su personalidad que luego siguió evidenciando.
En abril del 2018, "Toto" Caputo y Cerruti tuvieron una discusión que se desencadenó a partir de un “papelito” que Caputo le solicitó a un secretario que le de a la diputada, quien no dudó en mostrarlo. El papel que le llegó a Cerruti decía “mis hijos tienen 11 y 13 años, no seas tan mala”. Gabriela Cerruti, claramente molesta, declaró que “a Kicillof le responde con datos y a la minita le guiña el ojo”. Como respuesta a esto, Luis Caputo se fue del Congreso tras el escándalo que se armó: “Vamos porque yo ya estoy muerto”.
Este tipo de actitudes no beneficiaron a Caputo y, en parte, hablan de cierto rasgo personal relajado o canchero, que en tiempos de crisis puede ser contraproducente en la investidura de un funcionario. Uno de los hechos que podríamos decir que empezó a sellar su salida fue que durante una corrida del dólar ocurrida en agosto del 2018, cuando fue visto disfrutando de días de playa en Brasil. Perfil fue el medio que primero salió con las noticias y las fotos. En una nota del 2 de septiembre del 2018, de Jairo Straccia para Perfil, decía: “En el gobierno más work-life balance, la corrida cambiaria más frenética de la poscrisis de 2001 agarró al presidente del Banco Central, Luis Caputo, con las pilas recargadas. Venía de relajarse el fin de semana largo del 17 de agosto en el Hotel Sofitel de Ipanema, en Río de Janeiro”. La nota iba acompañada de las conocidas fotos que luego circularon.
Luego, podríamos decir que fue todo en picada hasta llegar a su renuncia el 25 de septiembre, 23 días después de esta nota que citamos. Ese día, en el Diario Perfil, publiqué una columna de mi autoría que en ese momento titulé “Más fácil era dejar a Sturzenegger”, que fue el anterior presidente del Banco Central, con un enfoque, a mi gusto, más racional, menos ligado al endeudamiento. En esa columna, plantee: “Última paradoja: quien trajo al Fondo Monetario Internacional, Luis Caputo, ahora se fue y nos lo dejó. Eso sí, se fue una vez que aseguró que los bonos argentinos que él emitió no van a defaultear, aunque todo lo demás empeore”.
En una oportunidad, en el programa Periodismo Puro, le realicé una entrevista a uno de los protagonistas de la relación con Caputo, quien era presidente del banco Central previamente a él, Federico Sturzenegger. El 2 de marzo de 2022, Sturzenegger declaraba que “no veía las razones para la crítica”.
Quién fue mucho más duro con Caputo fue el propio Javier Milei, que un mes después de su renuncia, el 31 de octubre de 2018, lo criticó duramente en un programa de televisión. “Caputo se fumó 15 mil millones de dólares de las reservas irresponsablemente y nos dejó este desastre de las Leliqs. Uno de los grandes desastres del Banco Central lo hizo Caputo en dos o tres meses”, destacó el ahora presidente electo. Me llama la atención haber coincidido en aquel momento con el propio Javier Milei, con quien hoy percibo tantas diferencias
Por su parte, quién fue más didáctico explicando los problemas de la gestión Caputo fue Alejandro Werner, exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, quien también fue entrevistado en el programa Periodismo Puro, donde afirmó que “había un espacio suficiente para intervenir, no infinito”.
Además, aseguró que “si Macri y Caputo querían, hubiesen ido a Washington a negociar un programa muchísimo más grande para intervenir en el mercado cambiario”. Además, apuntó contra Caputo y aseguró creer que “la responsabilidad de un ciudadano en su país es no aceptar un cargo para implementar algo que cree que está mal”.
Clarísimo, lo dice el propio número uno del Fondo Monetario Internacional, como aquella persona que lleva adelante la más importante negociación y el crédito más adelante del FMI, el día antes de que empiece a ejecutarse, renuncia.
Efectivamente Caputo tiene su revancha y podrá utilizar la experiencia que hizo en la gestión de Mauricio Macri para no volver a cometer los mismos errores que lo hicieron renunciar. Esperemos, por el bien de todos nosotros, que así sea, deseándole la mejor de las suertes.
