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Una mujer embarazada de ocho meses fue asesinada a golpes. Antes de morir, pudo dar a luz a su bebé. Por el ataque fue detenido su novio, quien negó haberla golpeado.
El caso ocurrió el último domingo cerca del mediodía. Claudia Peñalva, de 32 años, fue hallada desvanecida y con signos de haber sido golpeada en el piso de su vivienda del barrio Villa Rita, de Lomas de Zamora.
Peñalva fue trasladada a una clínica de la zona, donde constataron que había sufrido fuertes traumatismos en el cráneo y, por la gravedad de su estado, la derivaron al hospital de Quilmes.
Los médicos indujeron el parto de su bebé e internaron a la mujer en terapia intensiva, donde su cuadro empeoró y falleció 48 horas más tarde.
Antes de morir, Peñalva señaló a su pareja y padre de su bebé como responsable de la golpiza. Se trata de Diego Sosa, de 38 años.
Nelly, madre de la víctima, relató que todo comenzó el domingo cuando su hija fue a su casa con su nieta a mostrarle la ropa que había comprado para su beba.
“Estuvimos hasta las diez y media, ella estaba perfecta. Se va y a los 15 minutos viene mi nieta y me dice: ‘Dice mamá que le des el teléfono que tiene que llamar a un remís porque se siente mal’”, aseguró la mujer.
Cuando le preguntó a su nieta qué había ocurrido, la nena le respondió: “Volvió el loco, la empujó a mamá contra la mesada, tiró la heladera”, en alusión a Sosa.
El acusado fue detenido y dijo que “jamás” le pegó a su novia y que lo que había pasado para él era una “incógnita”. Sin embargo, fue procesado por “homicidio agravado por femicidio”.
La beba evoluciona bien y recibe alimentación nutricional para alcanzar dos kilos de peso y recibir el alta. El director de la Clínica del Niño de Quilmes, Henry Herrera Romero, explicó que la niña, de nombre Julieta, “tiene muy buena evolución respiratoria y requirió muy poco apoyo de oxígeno en sus primeras horas de nacida”. La criatura pesa sólo 1,2 kilos y nació el lunes tras una cesárea de urgencia.