Roberto Muñoz, el portero del edificio donde vivía Mariela Frydman, y padre de María José, la chica detenida por el asesinato de la odontóloga, aseguró que al momento del crimen ningún integrante de su familia se encontraba en el inmueble.
Muñoz dijo que su hija mayor, de 27 años, "es un poco discapacitada, tiene un brazo quebrado" que le fue operado y le faltan todos los dientes, por un accidente que sufrió recientemente.
Reconoció que ella tiene "antecedentes penales" por "una pelea callejera y un intento de invadir una casa", hecho por el cual, a su entender, "se hizo un espamento bárbaro".
Confirmó que por ese episodio su hija fue condenada a cumplir tareas comunitarias que, explicó, estaba desarrollando precisamente en los días en que ocurrió el asesinato de Frydman.
Por su parte, la hermana de la detenida, una joven de 18 años, negó las versiones que indicaban que la sospechosa pudo haber tenido algún vínculo de tipo sentimental con la víctima, a quien se habría señalado como manteniendo relaciones con mujeres.
"Creo que mi hermana es inocente", dijo, y estimó que "la acusan porque concuerda con las cosas que se dicen, porque dicen que la chica (la víctima) tenía visitas femeninas, y mi hermana como tiene el pelo corto, y es femenina...pero hablan cualquier cosa...".
Anoche se realizó un allanamiento en el departamento de Muñoz, donde se incautó un cuchillo tipo "Tramontina" con el mango color negro, similar al que habría sido empleado para cometer el crimen de la odontóloga de 34 años, y una prenda femenina con manchas de sangre, informaron fuentes policiales.
Fuente: DyN