Un fiscal con paso por la Inteligencia macrista y el ex abogado defensor de los hijos del empresario Lázaro Báez quedaron más cerca de declarar en indagatoria por instigación al falso testimonio. El movimiento es en el marco de la causa que tramita en el juzgado de Luis Rodríguez y la fiscalía de Carlos Stornelli, y que tiene como querellante al juez federal Sebastián Casanello, objeto durante años de varios intentos por desplazarlo del caso conocido como “la ruta del dinero K”.
Uno de ellos fue a través de la versión que aseguraba que había estado en la Quinta Presidencial de Olivos, en plena investigación del expediente que desde hace más de dos años tiene a Báez tras las rejas. Las versiones que lo ubicaban allí fueron desmentidas por la justicia y los dos presuntos testigos del hecho quedaron procesados por falso testimonio y están a la espera de que comience el juicio en su contra. En tanto que, desde octubre de 2017, por orden de la Cámara Federal de Apelaciones -a la hora de confirmar esos procesamientos-, se comenzó la investigación tendiente a develar la maniobra detrás de esas acusaciones contra el juez.
Caso Báez: piden investigar un plan para apartar al juez
En ese marco surgieron los nombres del fiscal Eduardo Miragaya y del abogado Santiago Viola, cuyas indagatorias fueron solicitadas por el juez querellante. En ambos casos es por el delito de instigación al falso testimonio, pero en el caso de Miragaya, como se trata de un funcionario público, se considera que a través de su conducta infringió además los deberes que implica su cargo. En el curso del expediente se estableció que los dos testigos que afirmaron haber visto a Casanello en Olivos se habían comunicado un total de 238 veces entre llamados al celular de Miragaya y al teléfono del estudio que Viola comparte con su madre, la también abogada Claudia Balbín.
Miragaya es un cuestionado fiscal, que tuvo su paso por la AFI tras la llegada del macrismo al poder, en tanto que Viola se hizo cargo de la defensa de los hijos de Báez varios años después de comenzado el expediente y, a pesar del extenso material para estudiar, lo primero que hizo, pocos días después de asumir fue intentar el apartamiento de Casanello.
Por su lado, los dos testigos que habían asegurado haber visto a Casanello en Olivos y que quedaron procesados por falso testimonio fueron Gabriel Corizzo y Carlos Scozzino. Hoy están a la espera del juicio oral, en el que pidieron una probation, lo que todavía está pendiente de resolución.
Anomalía en el Consejo
Un hecho irregular entorno del caso es que, a pesar que desde octubre de 2017 los procesamientos de los dos testigos falsos están confirmados por la Cámara Federal de Apelaciones, en el Consejo de la Magistratura, aún permanece abierta la denuncia contra Casanello que le inició por el tema la legisladora Graciela Ocaña. La presentación de la legisladora, que nunca fue parte en el expediente por la "ruta del dinero K", ameritó un duro descargo del magistrado ante el organismo.