La Justicia suspendió ayer de su cargo por tres meses al titular de la Auditoría General de la Nación (AGN), Ricardo Echegaray,
El ex jefe de la AFIP acató la decisión, pero la apelará el lunes.
El fallo fue dictado por la jueza en lo contencioso administrativo Claudia Rodríguez Vidal, al hacer lugar a una acción de amparo de los diputados Elisa Carrió y Fernando Sánchez (Coalición Cívica).
Echegaray había sido removido de la AGN el jueves, por una resolución conjunta firmada por la vicepresidenta, Gabriela Michetti, y el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.
Pero el ex funcionario considera que para que lo saquen de su cargo tiene que haber una condena firme. Y compara su situación con la del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, que está procesado pero ejerce en el cargo.
Antes de la resolución judicial, el jefe de la AGN había presentado un pedido de revisión de la medida firmada por Michetti y Monzó, y un amparo ante el juzgado en lo contencioso administrativo número 11.
La vicepresidenta y el titular de Diputados impulsaron su remoción luego de que el juez federal Claudio Bonadio lo procesara por violación del secreto fiscal y falso testimonio.
Hasta ayer, el Partido Justicialista (PJ) avalaba a Echegaray en su decisión de agotar todas las instancias judiciales. Pero no pudo saberse cuál era la posición partidaria después del fallo de la jueza. Es que ese partido tiene la potestad de proponer nombres para reemplazarlo, por ser la primera minoría.
La Auditoría es el organismo que, bajo la órbita del Congreso, investiga la gestión de la Casa Rosada.
La designación de Echegaray había sido cuestionada por Carrió, que considera que una persona complicada en varias causas judiciales no puede estar al frente de un organismo de control.
La preocupación en el bloque del Frente para la Victoria, en tanto, es que la presidencia del PJ, que tiene que resolver qué hacer en este caso, ya no está a la orden de Cristina Kirchner.
Para Echegaray, el futuro es complejo. La Justicia lo investiga en varios frentes. La causa más compleja para él es en la que se lo acusa de proteger, cuando era jefe de la AFIP, a Lázaro Báez. Sin embargo, esto no quita que con un fallo un juez le dé la razón sobre su remoción.
Para los colaboradores de Echegeray hay una persecución política y judicial. “Primero fue el procesamiento de Bonadio. Después, la remoción del oficialismo y ahora la cautelar de la jueza Vidal”, explicaron.
Si Echegaray pierde el respaldo del PJ, no podrá agotar todas las instancias judiciales. Será su final.
El oficialismo sigue de cerca la postura del peronismo, para ver si avanza en votar a un nuevo jefe de la AGN