"La sospecha de Embraer vino de Argentina", tituló el diario financiero de San Pablo Valor Económico y reveló que el gobierno de Estados Unidos investiga el supuesto pago de coimas por la venta de 20 aviones de la compañía brasileña Embraer a Aerolíneas Argentinas realizada en mayo de 2009, cuando el multiprocesado Ricardo Jaime era secretario de Transporte.
De acuerdo al periódico brasileño,"la investigación abierta por el Departamento de Justicia y la Comisión Nacional de Valores (Securitie Exchange Comission, SEC) contra Embraer fue divulgada por la empresa aeronáutica de Brasil en noviembre, cuando presentó el balance del tercer trimestre (...). La pesquisa empezó en Argentina hace poco más de un año", precisó Valor Económico.
Así, Embraer fue informada en septiembre de 2010 que era investigada en los Estados Unidos por el "supuesto pago de propinas a funcionarios públicos argentinos, miembros del Gobierno que actuaron en la negociación de la compra de 20 aeronaves comerciales fabricadas en Brasil.
La operación, en mayo de 2009, se realizó por 700 millones de dólares y 80% fue financiado por el Banco de Desarrollo de Brasil (Bandes). Según Valor Económico, “se encontraron indicios de práctica de corrupción” que involucran a otros dos país, uno de ellos de Centroamérica.
Tanto Recalde como Julio de Vido y Ricardo Jaime, negaron siempre que existieran sobreprecios en la transacción. Es más, dijeron que se trataba de una "operación mediática" contra Aerolíneas y el gobierno nacional.
Sin embargo, por la investigación de la Justicia Federal argentina se detectó un e-mail en que se evidenciaba que el ministro de Justicia, Julio Alak, sabía de esta maniobra ilícita. En la causa que lleva el magistrado Sergio Torres, un asesor de Jaime quedó en la mira por las supuestas coimas.
Embraer también negó las coimas, aunque admitió al diario financiero de San Pablo que "la compañía viene cooperando plenamente con la SEC y el Departamento de Justicia”.
Esas dos instituciones iniciaron la investigación no por Aerolíneas, sino por Embraer, que tiene filiales en Estados Unidos. Ahora la Foreign Corrupt Practices Act deberá determinar si castiga a Embraer por el soborno de funcionarios extranjeros.