Postales de avenidas vacías, negocios gastronómicos cerrados y escaso tránsito en la mayoría de los distritos que integran el AMBA marcaron un alto acatamiento de las restricciones a la circulación que impuso el presidente Alberto Fernández hasta el 30 de abril para contener el avance de los contagios de coronavirus.
Sin embargo, la lectura política a ambos lados de la grieta no fue equivalente y hubo distintas reacciones de parte del oficialismo, que marcó como un primer triunfo la casi nula circulación, y de la oposición, que se manifestó en el Obelisco y amenaza con nuevas movilizaciones a Olivos por la suspensión de las clases presenciales.
“El acatamiento fue muy alto. La inmensa mayoría de la gente percibe la dimensión del problema y advierte que se expone estando en lugares donde hay mucha aglomeración de personas”, evaluó Alberto Fernández, convencido de la batería de medidas que anunció el miércoles por la noche y que lo llevó a un enfrentamiento casi sin retorno con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
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A partir de las 20 del viernes, comenzó la primera noche de restricciones que impide la circulación hasta las 6 del día siguiente para quienes no son trabajadores esenciales. El plan del Gobierno incluye, además, el cierre de centros comerciales y shoppings, y la suspensión de actividades deportivas, recreativas, sociales, culturales y religiosas en lugares cerrados.
La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, juzgó que “los controles de anoche, con las correcciones necesarias, fueron sumamente exitosos. El gran acatamiento a las medidas tomadas por Alberto Fernández muestra la enorme conciencia y responsabilidad social y un gran trabajo de las fuerzas de seguridad”.
Precisamente, entre las “correcciones necesarias” que mencionó la ministra en su mensaje de redes sociales figura el incidente en el Puente Pueyrredón, en el que efectivos de la Prefectura Naval hicieron descender de un colectivo a una mujer con sus dos hijos por no contar con el permiso de circulación correspondiente. Frederic debió acercarse de manera personal al lugar para corregir el error del personal de seguridad, que permitió el regreso al hogar de la familia.
Apoyos. En la implementación de las medidas, el Presidente tuvo como grandes aliados a los intendentes del Conurbano que salieron en simultáneo a difundir imágenes de las calles desiertas de sus municipios con mensajes de apoyo, tanto a la gestión nacional como a la del gobernador Axel Kicillof. “Con un pueblo solidario y un Estado presente venceremos a la pandemia”, manifestó el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, en línea con sus pares Lucas Ghi (Morón), Gustavo Menéndez (Merlo), Ariel Sujarchuk (Escobar), Alejo Chornobroff (Avellaneda) y Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), entre otros. También salió un comunicado conjunto del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos, que encabeza Máximo Kirchner, en el que instaron a “seguir cuidándonos, mientras avanza el plan de vacunación más grande de la historia”.
En lugar de tercera vía, la tercera y la cuarta
Desde el Gobierno porteño reportaron una sola clausura de un local gastronómico en Recoleta por permanecer abierto con la presencia de clientes en el horario que no está permitido pero puso el foco en las tareas de prevención tanto de los locales que puedan estar en infracción como de la gente que esté circulando después de las 20 sin su permiso correspondiente. La estrategia de control “light” tiene que ver con el distinto enfoque que pretende darle a la pandemia la administración de Rodríguez Larreta.
Como respuesta a la embestida, el Gobierno porteño abrió dos nuevos centros de testeo en el Buenos Aires Arena y el Polideportivo Chacabuco que permitirán sumar 5 mil testeos a los 20 mil que ya viene realizando la Ciudad a diario.
Sin clases. El retorno a las clases virtuales durante, al menos, 15 días fue sin dudas la medida que mayor enfrentamiento generó con Rodríguez Larreta, que aguarda una respuesta de la Corte Suprema sobre su planteo para regresar de manera presencial. En ese contexto, Larreta se mostró junto a la ministra de Educación, Soledad Acuña, en una escuela primaria que funciona los sábados para que “los estudiantes recuperen los contenidos que no pudieron aprender durante 2020”, argumentaron. El rechazo a la medida se manifestó en varios puntos de la Ciudad ayer por la tarde y volverá a hacerse presente el lunes por la mañana con los abrazos convocados a decenas de escuelas porteñas que culminará con una movilización a Olivos.
Al respecto, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, consideró que sería “inimaginable” que el máximo tribunal falle a favor de la Ciudad en esta cuestión y lamentó que “el jefe de Gobierno de la Ciudad está politizando una situación que creo que no agrega nada, angustia más a los angustiados y enoja más a los enojados”.
