Entre sus objetivos, el oficialismo tendió un puente para lograr paz en la conflictiva diciembre, como una señal hacia todas las organizaciones sociales, y para ofrecer un canal exclusivo por fuera de la CTA y la CGT. En el Gobierno no dudan: un paro sin corte de calles de parte de las organizaciones sociales no tiene el mismo efecto.
En este contexto, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, organizó esta “mesa social” de la que participan la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Movimiento Evita, la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), Barrios de Pie y la Pastoral Social con los curas villeros. La CTEP y la Pastoral, con línea directa con El Vaticano. Un gesto inequívoco tras el viaje de Mauricio Macri a Roma la semana pasada.
La primera reunión de la mesa fue el miércoles en el ministerio que conduce Stanley. Allí hubo un buen clima, según contaron a PERFIL desde todos los sectores, salvo cuando surgieron reclamos por el retraso en el envío de alimentos, en especial para merenderos. En especial, el blanco fue Gabriel Castelli, viceministro de Desarrollo Social y a cargo de las compras de la cartera. “¿Están cuidando el presupuesto que no quieren gastar?”, le dijo un invitado a la ministra y al secretario de Articulación Territorial, Carlos Pedrini.
Castelli ni siquiera estaba enterado de la reunión: la ministra lo dejó afuera a sabiendas que, por su cercanía a monseñor Jorge Casaretto (obispo de San Isidro) en sus años en Cáritas, y dados los inconvenientes en su gestión, su presencia podía provocar rispideces. Casaretto está enfrentado al ala “progresista” cercana al papa Francisco. Las parábolas de la política PRO: la hija del viceministro estuvo enrolada en la militancia de izquierda.
También se habló de un bono de fin de año o aguinaldo social. La ministra les respondió que lo están evaluando. En rigor, ya está decidido que, como a fin de 2015 cuando se le dio $ 400 a los que perciben una Asignación Universal por Hijo, habrá una suma especial este año también. El monto no está definido aún.
En este marco, la semana que viene habrá una segunda reunión con funcionarios del área social y la Secretaría de Vivienda con la comisión de Justicia y Paz de la Pastoral Social. La idea central será avanzar en terminar unas 20 mil viviendas que dejó el kirchnerismo sin final de obra (algunas con hasta el 70% de ejecución). Serán, justamente, las cooperativas que pertenecen a las organizaciones sociales quienes se encargarán de retomar las obras.
Paralelamente, el 9 de noviembre Stanley volverá a recibir a los referentes eclesiásticos y a las organizaciones. En Desarrollo Social esperan que ya hayan comenzado a resolverse los temas puntuales que se plantearon en la primera reunión y que la “mesa social” sea más que una foto amigable.
En este contexto, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, organizó esta “mesa social” de la que participan la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Movimiento Evita, la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular), Barrios de Pie y la Pastoral Social con los curas villeros. La CTEP y la Pastoral, con línea directa con El Vaticano. Un gesto inequívoco tras el viaje de Mauricio Macri a Roma la semana pasada.
La primera reunión de la mesa fue el miércoles en el ministerio que conduce Stanley. Allí hubo un buen clima, según contaron a PERFIL desde todos los sectores, salvo cuando surgieron reclamos por el retraso en el envío de alimentos, en especial para merenderos. En especial, el blanco fue Gabriel Castelli, viceministro de Desarrollo Social y a cargo de las compras de la cartera. “¿Están cuidando el presupuesto que no quieren gastar?”, le dijo un invitado a la ministra y al secretario de Articulación Territorial, Carlos Pedrini.
Castelli ni siquiera estaba enterado de la reunión: la ministra lo dejó afuera a sabiendas que, por su cercanía a monseñor Jorge Casaretto (obispo de San Isidro) en sus años en Cáritas, y dados los inconvenientes en su gestión, su presencia podía provocar rispideces. Casaretto está enfrentado al ala “progresista” cercana al papa Francisco. Las parábolas de la política PRO: la hija del viceministro estuvo enrolada en la militancia de izquierda.
También se habló de un bono de fin de año o aguinaldo social. La ministra les respondió que lo están evaluando. En rigor, ya está decidido que, como a fin de 2015 cuando se le dio $ 400 a los que perciben una Asignación Universal por Hijo, habrá una suma especial este año también. El monto no está definido aún.
En este marco, la semana que viene habrá una segunda reunión con funcionarios del área social y la Secretaría de Vivienda con la comisión de Justicia y Paz de la Pastoral Social. La idea central será avanzar en terminar unas 20 mil viviendas que dejó el kirchnerismo sin final de obra (algunas con hasta el 70% de ejecución). Serán, justamente, las cooperativas que pertenecen a las organizaciones sociales quienes se encargarán de retomar las obras.
Paralelamente, el 9 de noviembre Stanley volverá a recibir a los referentes eclesiásticos y a las organizaciones. En Desarrollo Social esperan que ya hayan comenzado a resolverse los temas puntuales que se plantearon en la primera reunión y que la “mesa social” sea más que una foto amigable.