Esta semana, la revista Noticias revela las razones detrás uno de los mayores misterios del velatorio del ex presidente Néstor Kirchner.
Después de horas de cola bajo el sol, los cientos de miles de ciudadanos que fueron a despedir a Kirchner no pudieron verlo por última vez: el cajón estaba cerrrado. Según pudo saber Noticias, la decisión la había tomado Cristina Fernández de Kirchner, aconsejada por su hijo Máximo y el empresario Rudy Ulloa.
Por lo general, como sucedió con Juan Perón y Raúl Alfonsín, los restos de los ex presidentes se despiden a cajón abierto. Aunque el protocolo no indica que sea obligatorio hacerlo.
Un ministro del Gobierno aportó una explicación: aseguró que al momento de sufrir el infarto, Kirchner chocó con su frente contra la mesa de luz y sufrió una herida. Y la familia, reporta Noticias, habría decidido no exponerlo con ese hematoma en el velatorio.