Los daños materiales por la inundación en la provincia de Buenos Aires podrían llegar a los $ 3 mil millones, si a las pérdidas de La Plata se suman las de otros municipios como Ensenada, San Martín, La Matanza y Vicente López, según estimaron fuentes del gobierno bonaerense.
Pero además, según estimaciones privadas, la catástrofe de La Plata supone una caída de la actividad económica de otros $ 1.000 millones desde el miércoles y hasta el lunes, si se contempla que por cada día de parate por la inundación, el Produto Bruto deja de crecer unos $ 152 millones. En paralelo, sin embargo, podría haber un impacto reactivador cuando comiencen las obras de reconstrucción.
En La Plata, se estima que el 10% de sus 650 mil habitantes fue afectado con pérdidas totales, según datos oficiales . Para cada hogar, además, se estimó una pérdida en electrodomésticos de $ 45 mil en equipos electrónicos, TV y heladeras.
Las aseguradoras, según datos del sector, desembolsaron unos $ 1.000 millones para la reparación de los gastos del temporal de abril del año pasado en la Ciudad y estiman un desembolso similar esta vez, aunque aclaran que las presentaciones se están realizando de a poco. De hecho, algunas firmas extendieron los plazos para declarar los siniestros hasta el 19 de abril, aunque la mayoría de las pólizas deja afuera los daños “por vendaval” y no asegura a las “zonas inundables”, una cláusula que se propaga en particular en los barrios más afectados de la Ciudad de Buenos Aires.
En el gobierno de Daniel Scioli esperan que se reglamente y comiencen a gestionar las exenciones del pago del impuesto inmobiliario urbano, que alcanzaría a unas 25 mil partidas edificadas en la capital provincial.
“Los comercios han sido devastados, como en la calle 14, en la 44 y en los centros comerciales de los barrios, que han perdido absolutamente todo”, relató Daniel Amato, presidente de Femape, la Federación de Mayoristas y Proveedores del Estado de la Provincia de Buenos Aires. En la lectura más optimista de los comerciantes, la actividad podría retomarse el lunes en los casos donde sólo hubo cortes de energía, que –aclaran– se mantienen de forma intermitente, así como la falta de agua y las también frágiles comunicaciones.
Según explicó Vicente Lourenzo, representante de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las pérdidas directas por la inundación abarcaron mobiliario, stocks, productos electrónicos y daños a los inmuebles, que se calculan en unos $ 15 mil por negocio. A esto se suman pérdidas diarias por la caída de actividad de $ 21 mil promedio. “Son 40 millones de pérdidas directas más otros $ 480 millones de pérdidas por actividad”, detalló el representante de los comerciantes, que estimó unos 3.200 negocios afectados en La Plata. Si se suma la Ciudad de Buenos Aires, son casi 4 mil los comercios afectados.
En el caso de los autos, se estima que sólo el parque automotor platense ronda las 300 mil unidades. “Por la reparación de un motor el presupuesto puede ir de los $ 15 mil a los $ 30 mil, según el modelo”, ejemplificó el vicepresidente de la Asociación de Concesionarios de Autos (Acara), Ricardo Salomé, en diálogo con PERFIL durante una jornada en la que dejó el rol de concesionario para calzarse el chaleco de colaborador de la Cruz Roja.
En el equipo económico de la gobernación, en tanto, analizan por estas horas acudir al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde podrían pedir una línea especial de financiamiento, o bien incluso hacer un pedido de fondos a la Nación, bajo el concepto de “aportes del Tesoro”.