Este jueves, Cristina Kirchner encabezó un acto en el Estadio Único Diego Armando Maradona, en La Plata, donde dio un discurso en el que finalmente no habló de su candidatura, pero si llamó a "volver a ser la Argentina que fuimos".
Las palabras de la Vicepresidenta generaron reacciones de todo el arco político, pero también de su círculo íntimo. Mientras Máximo Kirchner estaba en uno de los paravalanchas de las tribunas junto a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, Florencia Kirchner, su otra hija, decidió expresarse en sus redes sociales.
La guionista, de siempre bajo perfil, publicó una foto retro en la que está a upa de su padre, Néstor Kirchner, quien le estaba dando un beso, y al lado de la titular del Senado, quien miraba atentamente la secuencia.
Nestor Kirchner: el presidente del 22% de los votos
"Dentro de un discurso maravilloso que ella pronunció hoy escuché 'los que cambiamos la Argentina fuimos nosotros con ese 22% de votos de Néstor que se cargó el país al hombro, aunque el país se lo llevó puesto a él también'", escribió Florencia en referencia al porcentaje de votos que el expresidente obtuvo en primera vuelta frente a los 24% de la fórmula Carlos Menem - Juan Carlos Romero, quienes decidieron bajarse de la segunda vuelta en las elecciones de 2003.
"Ella también se cargó el país al hombro, tengo mucha suerte de tenerla acá", añadió, dejando entrever que temió por la vida de la titular del Senado cuando fue el intento de magnicidio.
Sobre su padre, fallecido el 27 de octubre de 2010, y la elección de la postal que compartió, se sinceró: "Y sí, sentí ganas de traer acá una imagen en la que estén los dos y una metida por ahí, dando con el abrazo de un padre. Siempre querría que esté acá, siempre. Nunca no me está pasando eso. Algunos días pasa un poco más".
"Volver a ser la Argentina que fuimos"
La ovación que recibió a Cristina Kirchner en el acto por el Día de la Militancia en La Plata fue atronadora: "Cristina presidenta", coreaba la multitud, atizada por los conductores de la velada, pero las miles de personas que fueron al Estadio Único de La Plata solo se llevaron sobre el tema una respuesta ambigua, a tono con la liturgia peronista de la jornada: "Todo en su medida y armoniosamente". Vestida de blanco, la Vicepresidenta defendió sus gestiones, y sostuvo que cuando critica a su propio gobierno, no lo hace "por terquedad o capricho, sino que queremos que las cosas se hagan mejor".
No hubo entonces el "lanzamiento" que buena parte del kirchnerismo duro esperaba de CFK, tampoco su discurso quedó entre los más duros, no fue extenso y las críticas a opositores y jueces no excedió al discurso habitual del oficialismo, e insistió en la necesidad de un pacto político, apuntando a la necesidad de "hablar en serio del tema seguridad sin caer en las discusiones berretas de los mano dura o los garantistas".
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