El anteúltimo mes del año comenzará con nueve aumentos que recalentarán la inercia inflacionaria en el tramo final y que el Gobierno espera cerrar evitando los tres dígitos en el IPC para todo el 2022.
A la inflación galopante con alimentos corriendo por arriba del promedio mensual, se sumarán en noviembre subas en: alquileres, expensas, GNC, empleadas particulares, colegios privados, taxis, agua, luz y gas.
En el caso de aquellos inquilinos que tengan que renovar el contrato de alquiler, el costo llegará al 73% anual y también tendrán que tener en consideración un aumento en las expensas debido a que la Federación de Trabajadores de Edificio de Renta y Particulares (Fateryh) firmó un acuerdo salarial que estima un aumento del 16% para noviembre.
El Gobierno espera alivio en el dólar y los mercados
Además se suma una cuota del bono para encargados de $ 18 mil.
En cuanto a los servicios, el gas vendrá con un aumento del 50% y la luz, también debido a la segmentación tarifaria, el 30% de los hogares recibirán un 20% de incremento entre octubre y noviembre. Por su parte, AYSA, también pone en marcha la quita de subsidios.
Las subas llegan hasta 73% como en el caso de la renovación de los alquileres
El GNC aumentará $ 1 en la zona del AMBA y se venderá en las estaciones de servicio a un precio promedio de $ 47. A su vez, los taxis en la Ciudad de Buenos Aires incrementarán la bajada de bandera un 20%.
Para los colegios privados de la Provincia de Buenos Aires que reciben subvención estatal tendrán una suba promedio en la cuota del 6,5%. Por último, para las empleadas particulares llega el cuarto y último tramo del 9% que acordó el sindicato en un total del 36%.
La inflación de septiembre fue del 6,2%, según el Indec, y el Gobierno lo muestra como un triunfo de que estaría logrando desacelerar la suba de precios y ruega porque en octubre muestre una desaceleración. De manera interanual significó un 83% y en el acumulado del año un 66,1%.
Prepagas y los otros aumentos que están por venir
Sin embargo, si se lograra repetir ese número en los meses que quedan se evitaría los tres dígitos y orillaría el 99,5%; en caso de que sea al menos 6,4%, el 2022 cerrará con el maldito número del 100%. Este último número sería el más probable para las consultoras privadas. En esa delgada frontera se mueve el equipo económico.
En este marco, lo que preocupa también es que cada vez más rubros se colocan por encima del promedio general. Ya no solo es el caso de alimentos y bebidas, sino también prendas de vestir y calzado, bebidas alcohólicas y tabaco, y bienes y servicios varios según la última medición mensual.
Con los aumentos previstos para noviembre se le pondría un freno a la tan esperada desaceleración inflacionaria que tanto anhela el Gobierno.
Ahora, el ministro de Economía Sergio Massa y su equipo deberán redoblar esfuerzos para no solo tratar de cumplir el objetivo del Presupuesto 2023 con una inflación del 60%, que según economistas equivaldría a ser entre 3 o 4 % mensual, sino para que el oficialismo pueda llegar con chance a las elecciones del año que viene.