La polémica en torno a la construcción de la base espacial china en Neuquén recrudece. Trabajadores de la obra denunciaron malas condiciones laborales y responsabilizaron por los incumplimientos a Esuco SA, empresa a cargo de los trabajos. Los obreros afirmaron que representantes de la Uocra los amenazaron con armas para evitar nuevas protestas, y aseguraron que de los 300 puestos de trabajo que había prometido el gobernador Jorge Sapag para la provincia, más de la mitad son ocupados por extranjeros.
Victoria Espinoza, candidata a segunda concejal por Nuevo Encuentro y hermana de dos de los trabajadores, expresó que “hay gente de Paraguay y Bolivia entre los 300 obreros, y el gobernador Sapag había prometido que todos los puestos de trabajo iban a ser para la zona”.
La alimentación y la hidratación de los trabajadores son otro punto crucial del reclamo. Espinoza dijo que “las viandas se transportan en autos de Esuco SA y se corta la cadena de frío, por lo que varios obreros tuvieron que atenderse por intoxicación en el hospital”.
Desde la Unión Obrera de la Construcción confiaron a PERFIL que “Espinoza quiso quedarse con la concesión de las viandas y el catering pero Esuco se lo negó”. El 2 de marzo, la Uocra Neuquén solicitó la intervención del Ministerio de Trabajo con el objetivo de verificar las condiciones laborales en el lugar. Como queja, en febrero realizaron cortes de ruta y, según Espinoza, fueron presionados.
“Angel Vascuñaz, de la Uocra, se presentó en la obra con seis matones y los amenazó. En el segundo corte los intimaron con armas”, declaró.