Tras el escándalo internacional por la corrupción en el fútbol, el juez federal Claudio Bonadio retomó ayer la investigación por supuestas cuentas bancarias en paraísos fiscales de José Luis Meiszner, uno de los hombres de confianza de Julio Humberto Grondona en la Asociación Argentina de Fútbol (AFA) e histórico aliado del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
El mismo juez había archivado el expediente contra Meiszner el 12 de abril pasado. El fiscal federal Federico Delgado apeló la decisión el 23 de abril para evitar que se cerrara la causa. “Es prematuro”, dictaminó el fiscal. Logró mantenerla abierta pero Bonadio se desentendió de la investigación. Delgado quedó a cargo del expediente y pidió un informe sobre Meiszner y su hijo Andrés –funcionario público– a la Unidad de Información Financiera (UIF) para determinar si pueden justificar sus patrimonios.
Ayer Bonadio dio un giro de 180 grados y volvió a interesarse en la causa: resolvió reasumir la investigación contra uno de los hombres más poderosos del fútbol argentino y secretario general de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), una de las entidades bajo sospecha de los Estados Unidos en el escándalo de las coimas por la Copa América. Bonadio también debe realizar el juicio de extradición de los tres argentinos con pedido de captura por el presunto pago de sobornos a miembros de la FIFA para obtener los derechos de transmisión de torneos internacionales.
La denuncia contra los Meiszner data de 2011 y sostenía que ambos tenían “cuentas bancarias radicadas en el exterior con fondos públicos y/o privados proveniente de negocios ilícitos realizados a partir de su función”. El denunciante Isaac Pedro Meta apuntaba a tres cuentas: dos a nombre de una sociedad denominada Lanzar Investment Trust Inc., en el Caledonian Bank Limited de las Islas Caimán por US$ 7,6 millones y en el Banque Bruxelles Lambert de Suiza por US$ 2,1 millones; y una tercera a nombre de la firma Morrison Corp Ltd., en el Bank Vontovel AG de Suiza por poco más de US$ 1 millón.
No sólo Bonadio despertó su interés por esta causa. El mismo miércoles 27, mientras el mundo giraba absorto por el escándalo internacional de la FIFA, la UIF –organismo del Gobierno a cargo del control del lavado de dinero– dejó asentado en la causa contra los Meiszner que “se encuentra trabajando sobre el pedido de colaboración” que el fiscal Delgado hizo hace más de un mes y solicitó “la remisión de copias que puedan resultar de interés para la investigación patrimonial emprendida en la UIF”. Ayer, la Oficina Anticorrupción –otro organismo bajo la órbita del Poder Ejecutivo– pidió acceder al expediente.
Durante 2012, Bonadio envió exhortos a Islas Caimán y a Suiza para intentar confirmar la existencia de estas cuentas. Como de costumbre, las respuestas de estos paraísos fiscales fueron evasivas y dilatorias. Nunca se confirmó o se desestimó la información.
Meiszner, que se encuentra en Zurich por la elección de autoridades de la FIFA, fue un hombre de confianza de dos caudillos. Trabajó junto a Grondona durante décadas en la AFA y fue sindicado como uno de sus sucesores. También estuvo estrechamente ligado al jefe de Gabinete. Fue presidente del Club Quilmes durante 29 años y su hijo Andrés creció políticamente bajo el ala de Aníbal F. Andrés fue director del Registro Nacional de Armas (Renar), tuvo un cargo en la subdirección de Recursos Humanos del Senado y hoy ocupa un puesto en el Ministerio de Medio Ambiente de la Nación. Es el vicepresidente en ejercicio de la presidencia del Club Quilmes, por la licencia que Aníba F. se tomó en el club al asumir en la Jefatura de Gabinete.
PERFIL se comunicó con Meiszner padre, y el dirigente dijo que la denuncia en su contra fue realizada en el marco de una elección controvertida en la AFA. “No tuve ni tengo cuentas bancarias fuera de la Argentina. Tampoco formo parte de ninguna sociedad. Fui durante 34 años abogado de una de las empresas más importantes del país, Cervecería Quilmes. De esa denuncia nunca tuve ninguna notificación, nunca hemos sido citados. No tengo ninguna otra vinculación con el exterior más que una tarjeta de crédito”, afirmó. “Es usual que usen denunciantes insolventes para este tipo de cosas y he sido víctima de una campaña. Tengo una vida fácil de investigar. Me parece necesario que la Justicia investigue para transparentar los casos. Hay que someterse al procedimiento judicial”, dijo sobre su situación y la del escándalo internacional en torno a la FIFA.