Seguramente cuando el ministro de Economía Amado Boudou delineó la estrategia para hacer a un lado al todavía director del Banco Central (BCRA) Martín Redrado, nunca pensó que terminaría en una fuerte crisis institucional. Hasta antes del escándalo por el pago de deuda con reservas de la entidad, quien mantenía una fría relación con Boudou era el ex presidente y diputado Néstor Kirchner. Ahora se sumó la presidenta, Cristina Kirchner, según informó La Nación.
Sin planeamiento. Lo que más le recrimina la pareja presidencial a Boudou es la falta de previsión para con esta medida. Es que el Ministro no contó con la resistencia de Redrado desde un principio y dio por segura la aceptación de Blejer, quien advirtió que no aceptaría el cargo bajo este contexto.
Pero no sólo es el matrimonio K quien le manifestó su enojo a Boudou. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández se quejó de los anuncios que debió hacer por consejo del Ministro que derivaron en una sucesión de conflictos. Según un funcionario del Gobierno, "Boudou ha dado demasiadas señales de acuerdo con los mercados, en un gobierno que tiene una ideología económica menos amigable con ellos".
Hasta tal punto llegó la crítica a Boudou que el secretario legal y Técnico, Carlos Zannini, comenzó a apodarlo como "Lustú", en referencia a Martín Lousteau, el ex ministro de Economía que introdujo a la Presidenta en la crisis de la resolución 125. "Esta crisis institucional es, sin duda, peor que la crisis de la resolución 125", se resignó un funcionario oficial ante el matutino.
Anoche Boudou estuvo en Olivos con Néstor y Cristina K (del encuentro participó también el secretario Legal y Técnico de la Presidencia Carlos Zanini) y barajaron varias opciones para enfrentar un tema que los especialistas advirtieron a los Kirchner cuando se anunció el famoso "Fondo del Bicentenario": el de los seguros embargos que vendrán de parte de los bonistas que quedaron fuera del canje, los hold outs, intentando hacerse de los dólares destinados a pagar deuda.
¿Embargo? El viernes pasado, el juez de la Corte de Nueva York Thomas Griesa citó a representantes del Estado argentino y a los bonistas a una "reunión de partes" que precedería a una resolución que el magistrado podría tomar en los próximos meses sobre si embargar o no las reservas del BCRA.
La citación fue informada por el estudio Sullivan & Cromwell, que defiende los intereses de la entidad monetaria contra los denominados "fondos buitres" en Manhattan, y tendría su raíz en el conflicto que se desató en la Argentina por el traspaso de los 6.500 millones de dólares del Central al Tesoro para el "Fondo del Bicentenario", según informó Clarín.