La marcha del Encuentro Nacional de Mujeres, celebrado este fin de semana en Rosario, terminó con incidentes cuando la Policía de Santa Fe reprimió a los manifestantes. Unas 16 personas resultaron heridas, entre ellos periodistas y agentes de esa fuerza. El Ministro de Seguridad provincial justificó el accionar policial, y el Comité Organizador de la manifestación repudió la represión.
Los enfrentamientos fueron protagonizados por un grupo de manifestantes, estimado en unas 200 personas, y agentes del Cuerpo de la Guardia de Infantería, Comando Radioeléctrico y personal femenino de la Policía Comunitaria que custodiaba la Catedral. Los efectivos lanzaron gases lacrimógenos y dispararon balas de goma contra los manifestantes, que quemaron cubiertas y arrojaron distintos objetos.
Entre los lesionados se encontraban el reportero gráfico de la agencia Télam José Granata, el periodista Alberto Furfari del canal Cinco de Rosario, Pedro Levi de Televisión Litoral y una cronista de un medio de Mendoza. También fueron asistidos por médicos del Servicio Integrado de Emergencia Sanitaria (SIES) unos diez policías que presentaban cortes y quemaduras, informó esa fuerza. Los restantes lesionados eran manifestantes.
El ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, no descartó hoy la "participación de infiltrados" en los disturbios generados y consideró que el operativo de la policía, que reprimió con gases y balas de goma, fue "correcto y extremadamente profesional".
"Se trabajó mucho durante todo el Encuentro de Mujeres y la verdad que el operativo, salvo por un grupo de radicalizados, minúsculo, que no llegaban a las 200 personas, las cuales provocaron los desmanes, fue correcto y extremadamente profesional", sostuvo, y agregó que investigarán las filmaciones que hay para identificar a los manifestantes que participaron en los incidentes.
Desde el Ministerio emitieron un comunicado que explicó que "un grupo de mujeres se desprendió de la marcha y comenzó a agredir a las personas que rezaban y a lanzar todo tipo de objetos contundentes, piedras, vidrios, bombas molotov y hasta se produjo un disparo de arma de fuego". Al respecto, el Ministerio afirmó que "uno de los policías fue rozado con una bala proveniente de esa arma".
Seguridad dijo que los policías "intentaron disuadir" al grupo "luego de resistir por más de 20 minutos esas agresiones, y cuando las manifestantes derribaron los fenólicos que cubrían la Catedral, haciendo suponer que la agresión iba en aumento".
Por el lado del Comité Organizador del Encuentro Nacional de Mujeres, hubo un repudio a la represión de la policía y destacaron que se trató de una manifestación "histórica" por su multitudinaria concurrencia. "Repudiamos enfáticamente cualquier tipo de represión, particularmente la ejercida por las fuerzas de seguridad en la intersección de las calles Buenos Aires y Santa Fe" de Rosario, durante la cual decenas de personas resultaron heridas.
Los organizadores, en un comunicado, destacaron "el protagonismo de las mujeres" para garantizar una marcha que definieron como "histórica". Se trató de la movilización "más concurrida de la historia de los encuentros", aseguraron.
La diputada nacional Carolina Gaillard (FpV-PJ), sostuvo que "fue una locura" la represión policial ocurrida, pero reconoció que no comparte "la manera de protestar ante la Iglesia" de "un grupo reducido de personas" que cuestionan la posición de la institución en contra de la despenalización del aborto.
De todos modos, Gaillard dejó en claro que la actitud de esa minoría "no habilita ni justifica el accionar de la Policía en democracia". "Es un grupo reducido de mujeres que tienen esta conducta que yo no comparto", indicó y lamentó que el Encuentro, cuyo resultado dijo que fue "riquísimo", termine "reducido" a la represión que ocurrió en el cierre.
"Dos horas de balas de goma de la Policía tirando. Fue un desbande, todo el mundo corría, algunos seguían marchando, ante eso la Policía sigue tirando, fue una locura. Y nosotros creemos que es inadmisible viviendo en democracia que suceda esto", describió la diputada por Entre Ríos a radio El Mundo
La diputada advirtió que lo ocurrido "es un hecho muy grave porque hoy podríamos estar lamentando una muerte" y destacó que "la Policía debería estar actuando ante el crimen organizado y no ante una marcha de 70 mil mujeres que claman por mayores libertades y porque se cumplan algunos derechos".
El obispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, aseguró hoy que no autorizó el "cordón humano" que un grupo de fieles realizó anoche en la Catedral, cuando pasaban por el lugar manifestantes del Encuentro de Mujeres, y pidió "no poner el acento" en los disturbios generados, sino en la marcha que fue "totalmente pacífica".
Martín sostuvo que había dispuesto la suspensión de todas las misas del domingo en la Catedral, para evitar roces entre los fieles que asistieran a ese templo con los manifestantes que estarían marchando por la zona. La presencia de un grupo de personas rezando en ese templo "no lo autorizamos, sino al contrario, yo pedí que nadie hiciera ningún cordón humano", destacó.
En ese marco se produjeron disturbios que fueron reprimidos por la policía con gases lacrimógenos y balas de goma que arrojaron como saldo decenas de heridos."Creo que era un grupo muy minoritario, no es todo el conjunto de esa marcha que fue totalmente pacífica", expresó. "Tenemos que seguir caminando hacia un diálogo más civilizado, no poner el acento en estas cosas", consideró el titular de la Arquidiócesis de Rosario, en diálogo con Radio 2 de esta ciudad.