Una sucesión de imágenes de Juliana Awada se dieron en menos 48 horas. En ese lapso los cambios de vestuario se dieron de tal forma que dieron idea de una viaje aún más extenso. La primera aparición de la pareja presidencial luego de aterrizar en el aeropuerto de Hamburgo fue arriba de una escenario, al lado de Shakira y ante un millar de personas que participaron del concierto que la organización Global Citizen realizó en el marco del G20.
Allí Macri dio un discurso usando la remera con el logo de dicha organización y Juliana, a un costado, vestida de negro más a tono con la propuesta pop de los artistas de participaron esa noche: Chris Martin, vocalista de Cold Play, la mencionada Shakira, Pharrell Williams, la británica Ellie Goulding y un par de artistas alemanes.
También dieron su propuesta a lo largo del show el primer ministro Justin Trudeau acompañada de su mujer, y el presidente del Banco Mundial Jim Yong Kim. Todos con un mensaje que tenía un denominador común: erradicar la pobreza. Nada más y nada menos.
Como detallaron los medios Global Citizen tiene como objetivo que los mandatarios internacionales más influyentes en la cumbre del G20, “trabajen para sacar de la pobreza los más pobres de los pobres y conviertan sus promesas en realidad”. Es decir, sostienen un idealismo elevado a la máxima potencia. La duda quedará de qué hubiera sucedido si al escenario hubiera subido, por ejemplo, la titular del FMI o el propio Trump, en lugar de la empatía que generan un presidente latinoamericano como Macri, y un “rebelde” como Trudeau.
Al día siguiente, comenzó la verdadera agenda y con ella, el desfile de los verdaderos poderosos del G20. Fotos grupales oficiales, un concierto más formal y una comida de bienvenida. Y con tantas primeras damas, Awada tuvo su “propia cumbre”: una en la que se maneja con soltura y donde, al menos en lo que registran las cámaras, sabe como desmarcarse del resto. La formalidad corre para los mandatarios, ella puede desentenderse con tranquilidad. Si algunos de los que observaba la primer gran foto oficial necesitaba ubicar al Mauricio Macri –quien por ser el anfitrión del próximo G20 tenía un lugar central al lado de Merkel–, no tenía más que buscar a una mujer un poco más alta que el promedio, con melena suelta y un sencillo vestido negro pero que en ese contexto podría llamarse incluso “atrevido”.
La otra tarea. No es precisamente una “agenda propia” la que las primeras damas tienen en reuniones de este tipo. Sino que se suman a las que propone el país anfitrión. “Cada nueva oportunidad de acompañar a Mauricio es un aprendizaje y una confirmación de que la manera de alcanzar el futuro que queremos para nuestros hijos es trabajando juntos”, dijo Awada a través de un comunicado oficial.
Por motivos de seguridad, según informó la agencia DPA, la organización del G20 ayer tuvo que modificar su recorrido para las primeras damas. Igualmente pudieron navegar por el río Elba. “Almorcé con los maridos y mujeres de los líderes del G20. Probamos la cocina típica del Norte de Alemania y compartimos nuestras experiencias y visiones sobre nuestros países y el mundo”, concluyó Awada.