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Festival de Venecia

Pablo Larraín llevó al cine a Jackie Kennedy, a Lady Di, y ahora a Pinochet

Pablo Larraín presentó 'El Conde', en el Festival de Venecia. Su nueva película es una comedia de terror con el dictador Pinochet como un vampiro renegado. Galería de fotos

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Natalie Portman (Jackie); Kristen Stewart (Spencer); Alfredo Castro (El Conde); y Pablo Larraín. | Cedoc Perfil/AFP

Primero fue Jackie Kennedy, después Lady Di, y antes que ellas, Pablo Neruda, y en breve comienza a filmar 'María Callas' con Angelina Jolie como protagonista. Pero en el presente inmediato, Pablo Larraín lleva al cine, su mirada sobre el dictador chileno Augusto Pinochet. Y el estreno de El Conde, se dio en el Festival de Venecia que comenzó el miércoles 30 de agosto.

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En el Festival de Venecia, Pablo Larraín (ctro.) con el elenco de El Conde.

Para Pablo Larraín, Venecia no es un festival que lo tenga como debutante. Fue aquí donde el director chileno más famoso presentó tres de sus películas: Spencer, Ema, y Jackie. Y este vez lo hace con El Conde, una comedia negra de terror –producida por Netflix–, que ubica al dictador Augusto Pinochet en un universo paralelo del Chile que el gobernó después del golpe de Estado de 1974.

Santiago Mitre integra el jurado principal del Festival de Venecia.

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En ese mundo en blanco y negro, Pablo Larraín hace de Pinochet un vampiro de doscientos cincuenta años, que vive escondido en una mansión derruida, ubicada en un gélido de América del Sur. Harto de que el mundo lo recuerde como un ladrón, de alimentarse de sangre humana, el “Pinochet vampiro” renuncia a la vida eterna para regresar al mundo de los vivos.

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Rodaje de El Conde, del director chileno Pablo Larraín (círculo).

Soy un cineasta político; Jackie es una película muy político, lo mismo que Spencer”, dijo a Pablo Larraín a Deadline, antes de aterrizar en el Festival de Venecia. “Lo político siempre está implícito en una historia, en un relato, sea éste una comedia o hasta ciencia ficción. El cine nunca puede ser apolítico”. Prolífico en su producción cinematográfica, además de las películas mencionadas, Larraín filmó dos filmes sobre la historia de su país. Una es El Club, donde centra su historia en un casa donde la iglesia  católica envía a curas que han sido pederastas o participaron de torturas durante la dictadura militar. La otra es No, en la que con Gael García Bernal como protagonista, describe como fue la campaña por el plebiscito de 1988 que posibilitó el camino a la democracia que recién se dio en 1990.

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Para Pablo Larraín, Argentina, 1985, es un ejemplo de película política que él destaca.

Para Pablo Larraín, Argentina, 1985 es una película que él rescata para explicar El Conde.  “La película de Santiago Mitre, por ejemplo, trata sobre cómo los argentinos encontraron una manera de lograr justicia por la violaciones a los derechos humanos de la dictadura”, dijo Larraín al medio citado. “Se creó un pacto en el que la mayoría de los argentinos ahora saben que lo que pasó, no debería repetirse. En el caso de mi país, esta falta de justicia podría ser eterna. Ese es el origen de El Conde”.

¿Quién es la directora argentina a quien Pablo Larraín le produjo películas?

Lo que dejó la dictadura de Augusto Pinochet, según Pablo Larraín, es una imagen social que, en el presente mundial, ya no es exclusiva de Chile: una sociedad dividida. Por un lado, dice el director de El Conde, “la división posterior (a la dictadura) todavía existe en mi país donde hay quienes creen que nos salvamos del socialismo y que esa salvación, a la sociedad le costó poco; y eso es no sólo absurdo sino inmoral. Por otro, están quienes como yo que no olvidamos que la dictadura cometió de manera sistemática terribles violaciones a los derechos humanos.  Y aún hoy, como sociedad, Chile no llegó a acuerdo alguno para decir que una dictadura no debería repetirse”.