El expresidente “Pepe” Mujica cuestionó este miércoles la idea del presidente electo de su país, Luis Lacalle Pou, de flexibilizar medidas fiscales para lograr que 100.000 argentinos se radiquen en el país y propuso apostar por empresarios nacionales antes que por “cagadores argentinos”.
"En vez de traer 100.000 cagadores argentinos preocupémonos de que los nuestros inviertan acá", dijo Mujica al diario uruguayo El Observador en un nuevo exhabrupto que se suma a una intensa lista de opiniones en off relacionados con la política argentina.
“Todos chorros”
Jorge Batlle, presidente de Uruguay entre 2000-2005 y fallecido en 2016, fue un hombre de genio agudo e impulsivo, culto y a la vez espontáneo y sin pelos en la lengua, lo que le ocasionó alguna situación embarazosa, como cuando llamó a los argentinos una "manga de la ladrones".
Su gobierno se vio seriamente perjudicado con la crisis argentina desatada durante el gobierno de Fernando de la Rúa en 2001 y su biografía dice que 2002 fue un “verdadero annus horríbilis” porque es cuando quedó dramáticamente al descubierto la vulnerabilidad estructural de la economía de Uruguay y su condición de "país argentinodependiente".
El derrumbe argentino provocó la parálisis de los intercambios comerciales entre los dos países y el “corralito” financiero se tradujo aquí en la caída en picada de los ingresos generados por el turismo argentino en Uruguay. Las tres principales agencias calificadoras de riesgo-país quitaron el grado de inversión a la deuda pública uruguaya cuando en Argentina ya gobernaba Eduardo Duhalde.
Fue ese año cuando cometió el exabrupto que lo plasmó en la historia argentina. Quien muchas veces hizo enojar a muchos con comentarios públicos ocurrentes causó un gran escándalo el 3 de junio de 2002 cuando, durante la grabación de una entrevista televisada, creyendo que hablaba off the record, se despachó a gusto con sus vecinos ante periodistas de la cadena Bloomberg que le sacaron a colación las similitudes entre las crisis de Argentina y Uruguay.
Batlle, hijo de una argentina, separado de otra argentina y admirador de Menem y Cavallo, no dudó en decir: "La situación argentina es de los argentinos, con los problemas argentinos: ¡una manga de ladrones, del primero hasta el último! (…) ¿Usted conoce la Administración argentina? ¿Sabe cómo se manejan las cosas en Argentina? ¿Sabe la clase, volumen y magnitud de corrupción que hay?”
“¡La Argentina no es el ombligo del mundo!”, continuó Batlle sin saber que las cámaras estaban encendidas. “No hay nadie en el mundo que necesite de la Argentina para vivir (…) Es la tragedia de los argentinos (…) Se pasan diciendo a ver quién es el culpable de no ayudarnos. Y no se dan cuenta que tienen que ayudarse a sí mismos".
La locuacidad del presidente incluyó unos comentarios sobre su homólogo de Buenos Aires: "¿Cómo le voy a plantear a Duhalde nada? (…) No tiene fuerza política, no tiene respaldo, no sabe a dónde va (…) ¿Pero cómo le voy romper a un ciudadano que llegó por casualidad y que se va no se sabe si esta semana que viene o en el mes de marzo?".
Al ver el lío que armó cuando se difundieron sus palabras, Batlle llamó por teléfono a Duhalde para pedirle disculpas. Al día siguiente, 4 de junio, viajó rápidamente Buenos Aires para disculparse en persona ante él “y ante el pueblo argentino” de un “error” que se había debido a la “combustión espontánea” y el “apasionamiento” que le caracterizaban.
En público con Batlle, Duhalde alabó la "hidalguía" del presidente uruguayo, que se abrazó con él y dio por "terminado absolutamente" el curioso episodio. (Sobre decir que muchos argentinos le dieron la razón).
“La vieja es peor que el tuerto”
Más viajero y más activo de lo que su edad se lo hubiera permitido, el presidente José “Pepe” Mujica tuvo sus cinco minutos de fama en Argentina cuando, el 4 de abril de 2013 Mujica provocó un buen lío mediático y diplomático pronunciar algunas calificaciones de mal gusto sobre Néstor y Cristina Kirchner. Estaba en EEUU y, como Batlle, no sabía que los micrófonos estaban encendidos.
Refiriéndose a la entonces presidenta y a su esposo, dijo: “Esta vieja es peor que el tuerto; el tuerto era más político, esta es terca”. Cuando se dio cuenta de que sus palabras habían sido registradas, Mujica no le dio importancia y su primera reacción fue negarse a pedir excusas al Gobierno argentino.
A través de la Cancillería, el kirchnerismo hizo saber a Uruguay su "profundo malestar" por las "denigrantes" e "inaceptables" declaraciones, que escandalizaban a los usuarios de Twitter. Dos días después, Mujica volvió a hablar de Argentina con su habitual lenguaje al publicar la revista Lento una entrevista suya, realizada en marzo de ese mismo año.
En la entrevista, Mujica opinaba sobre Néstor Kirchner en relación con su enfrentamiento con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez durante la crisis de las papeleras. Ignorando olímpicamente la corrección política, Mujica le indicó al entrevistador: “Él [Vázquez] no tuvo problemas con Argentina, tuvo problemas con el tuerto Kirchner, que era bastante baboso. Dios lo tenga en su gloria".
El 11 de abril, cuando la tensión diplomática se había vuelto insostenible, Mujica presentó sus "sentidas disculpas a quienes pude lastimar en estos días por mis dichos" en un programa de radio. Dos años más tarde, Mujica habló bien de Cristina: “No es maravillosa ni una bruja, a veces se pasa de rosca, pero a su manera quiere al pueblo argentino”.
Seis años más tarde, ya retirado del cargo presidencial, Mujica volvió a opinar con soltura sobre Argentina al decir durante la campaña electoral que nuestro país no necesita un presidente, sino un mago, para resolver nuestros problemas.
A la vez que opinaba que el entonces candidato Alberto Fernández era "un viejo conocido" y que "tiene la ventaja de tener una experiencia importante en el gobierno", Mujica resaltó sin embargo que "Argentina tendría que elegir no a Fernández, a mandrake tendría que elegir. Se precisa un mago, no un político. Pero como va a ser imposible elegir un mago… Tiene un desafío muy grande", opinó el exmandatario.