La tramitación exitosa de la ciudadanía italiana por residencia se caracteriza por su factor principal y pedido excluyente a los solicitantes que, deben demostrar la capacidad de mantener una conversación fluida en la lengua nativa con el objetivo primordial de poder insertarse en la comunidad.
El proceso también denominado como “naturalización” se basa en el reconocimiento de la persona extranjera como italiano por parte de la sociedad local tras haber habitado de manera sostenida en el territorio europeo de forma legal u otros motivos determinados por ley.
Los habitantes no comunitarios se encontrarán habilitados a realizar el pedido para convertirse en civiles itálicos tras haber vivido un mínimo de 10 años en la nación del “viejo continente”. Esto quiere decir, ser formalmente parte de la población, no refiere al permesso di soggiorno.
Ciudadanía italiana: cómo tramitarla en Italia y cuánto cuesta
Ciudadanía italiana por residencia: las condiciones que deben cumplir los extranjeros para solicitarla
- El/la cuyo padre, madre o abuelo eran ciudadanos por nacimiento y que tenga al menos 3 años de residencia legal
- El/la extranjero/a que haya nacido nacido en territorio italiano y que tenga al menos 3 años de residencia legal
- El/la ciudadano/a de la Unión Europea que tenga al menos 4 años de residencia legal
- Mayor de edad de padres naturalizados italianos que tengan al menos 5 años de residencia legal
- Refugiado político que tenga al menos 5 años de residencia legal
- El apátrida que tenga al menos 5 años de residencia legal
- El extranjero que ha prestado servicio, incluso en el exterior, durante al menos 5 años en las dependencias del Estado italiano (No se exige residencia)
- Haya sido adoptado por un ciudadano italiano antes de la fecha de entrada en vigor de la ley N° 184 y que tenga al menos 7 años de residencia legal por adopción
- Extranjero no comunitario que tenga al menos 10 años de residencia legal
- Haber dado notables servicios a Italia, o bien cuando un excepcional interés del Estado (no se requiere residencia)
Quienes realicen el proceso consular para obtener la doble nacionalidad a través de dicha vía de gestión deberán aprobar el examen idiomático del nivel B1 como condición obligatoria establecida por las autoridades itálicas para conseguir el aval de la solicitud. ¿Cuáles son los requisitos?
Ciudadanía italiana:¿para qué vías de tramitación es obligatorio rendir el examen B1?
¿Cuáles son los requisitos para obtener la ciudadanía italiana por residencia?
- Haber residido legalmente en Italia durante al menos 10 años. Si es ciudadano/a de la Unión Europea, el tiempo se reduce a 4 años.
- Documentación: permesso di soggiorno y precisar la razón por la que se encuentra viviendo en Italia (matrimonio, trabajo, estudios)
- Ausencia de antecedentes penales
- Mantenimiento de medios de vida: hay que probar medios de sustento adecuados y que no se depende de asistencia social.
- Certificado de competencia italiano (examen de idioma B1): el mismo acredita competencia lingüística en el “Marco Común de Referencia para las lenguas”
Pasaporte italiano: en qué se diferencia de la ciudadanía y cómo tramitarlo
El gobierno de Italia estableció que deben superar la instancia evaluativa únicamente quienes aspiran a adquirir la ciudadanía italiana por residencia y matrimonio. El valor de la inscripción para poder presentarse al examen B1 actualmente es de entre 90 y 160 euros.
En este sentido, el CEO del sitio Sacar Ciudadanía Italiana, Nahuel Torres explicó que “el examen consta de cuatro partes: comprensión oral, comprensión escrita, producción oral y producción escrita. En la sección de comprensión oral, tenes que escuchar diálogos o textos en italiano leídos y responder preguntas relacionadas".
Ciudadanía italiana por matrimonio: cómo tramitarla y cuánto demora
Es primordial subrayar que, el padre y/o la madre del candidato/a nunca hayan renunciado a su nacionalidad original. Si bien el traslado de los orígenes es un derecho de sangre, es vital entregar los documentos que constaten quien es el pariente por medio del que uno se transforma en beneficiario de la ciudadanía.
