Solange Trujillo Velázquez es una testigo clave del caso. No sólo por la relación sentimental que mantenía con la víctima, sino porque estaba con él cuando un sicario lo asesinó en los bosques de Palermo.
La joven modelo colombiana recibió dos disparos. El tirador también buscó silenciarla. Pero no lo consiguió. “Kiby” –como la conocen todos– estuvo internada en el Hospital Fernández, y logró recuperarse. Cuando declaró dijo que tenía “mucho miedo”. Al poco tiempo abandonó el país. Adujo que temía sufrir una represalia.
En Colombia retomó su trabajo como modelo publicitaria. En su cuenta de Facebook se presenta como “modelo de Protocolo, desfiles, catálogos, activaciones de marca y mercadeo de ventas”. Y cada tanto publica las producciones que realiza.
Kiby había viajado a la Argentina seis meses antes del crimen para encontrarse con su novio y estudiar inglés. Carlos Alberto Gutiérrez Camacho, en cambio, llegó a la ciudad de Buenos Aires en el año 2007, pero se instaló en la ciudad en 2011. Decía que se desempeñaba como fotógrafo freelance y salía del país de forma frecuente.
En uno de sus últimos viajes, llevó a su novia al estadio Centenario de Montevideo, donde presenciaron un partido por las eliminatorias entre los seleccionados de Colombia y Uruguay.