El niño que había aspirado purpurina accidentalmente en Santiago del Estero falleció cerca del mediodía, tras pasar dos semanas internado en grave estado.
"Mauro ya se fue", dijo escuetamente la mamá del niño a la prensa santiagueña al confirmar el deceso de su hijo de 7 años en el Centro Provincial de Salud Infantil (CEPSI).
El director de ese centro de salud, Carlos Marrodán, explicó ayer que el niño había ingresado "en un cuadro de muerte cerebral irreversible, por estudios clínicos y electrofisiológicos".
Marrodán detalló que "el daño cerebral es progresivo en el caso de las intoxicaciones".
Y, explicó que "uno empieza a ver el deterioro neurológico, que es lo primero que surge hasta que se produce el caso irreversible de muerte cerebral".
El niño aspiró purpurina el sábado 18 de octubre, cuando jugaba con un silbato en su vivienda del barrio Las Flores, ubicado en la zona sur de esta capital, tras lo cual sufrió un paro cardíaco y desde entonces estuvo en estado en coma inducido, con asistencia respiratoria mecánica, hasta que entró en estado vegetativo.