Mañana, el juez Sergio Torres correrá vista de la causa 7.650/2014 al fiscal Federico Delgado y a las querellas. Para el titular del Juzgado Federal Nº12, los detenidos por el tráfico de cocaína en arroz ya están en condiciones de ser juzgados.
Sin embargo, la investigación sobre el funcionamiento de la organización narco más importante detectada en el país aún no termina. Torres recibe las conclusiones preliminares de la intervención en la causa de las procuradurías de narcocriminalidad, bajo el mando del fiscal Diego Iglesias, y la de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a cargo de Gabriel Pérez Barberá y María Laura Roteta, que continúan el trabajo que inició Carlos Gonella antes de dejar la fiscalía.
Según pudo saber PERFIL, el grupo ejecutó unas ochenta maniobras de lavado de dinero por unos 76 millones de pesos. El movimiento ilícito de divisas, en el que se encuentran involucradas 29 personas, habría sido desplegado a través de diez empresas. Esas cifras crecerán en breve. Los especialistas en narcotráfico y lavado de dinero que colaboran con el juzgado de Torres estiman que la semana próxima terminarán de desintervenir la documentación secuestrada en los últimos allanamientos del 6 de abril pasado.
Creen que otras veinte personas podrían estar involucradas en el entramado de dinero de la organización liderada por los hermanos Triana Peña y que responde a una estructura mayor, establecida en Colombia. Estudian, además, si existió complicidad de contadores, escribanos y agentes inmobiliarios en las maniobras que habrían sido llevadas a cabo, principalmente, por el abogado Guillermo Heisinger y el colombiano Mario Lara Guerra, señalados como los encargados de intervenir en la administración del flujo de dinero obtenido por la organización y que respondían directamente a las directivas de Erman y Yoana Triana Peña.
La magnitud de la banda, en esta oportunidad, no está dada por la cantidad de droga secuestrada (40 kilos); sino por la gran capacidad operatoria para inyectar dinero negro en el circuito económico formal.
Entre las maniobras más abultadas se encuentran la venta de once mil entradas por 1.600.000 mil pesos a los amistosos de Colombia versus Jordania y Senegal, celebrados en 2014 en el estadio de San Lorenzo. Los encuentros fueron organizados por Hard Bussiness, Grafim, de Heisinger y el colombiano Carlos Yorelmy Duarte Díaz. y Full Play Internacional Televisión SA, de Hugo y Mariano Jinkis.
Otro de los eventos de lavado de dinero sería la utilización de un depósito fiscal en Berazategui. También señalan la compra de créditos incobrables y la participación en cooperativas para legitimar el ingreso de dinero. Incluso, la ingeniería del lavado alcanza a otros países. En la causa se analiza la titularidad de los integrantes del grupo narcocriminal en empresas establecidas en Paraguay, España y Panamá.
Heisinger, por ejemplo, consiguió representar a una sociedad panameña en Argentina. Se trata de Connect Plus Panama, la empresa con sede en la provincia de Mendoza que se dedicaría a los giros de dinero al exterior.
En el listado de maniobras, los movimientos inmobiliarios son numerosos. La compra y construcción de casas y lotes en barrios cerrados habrían sido depositarios del dinero narco. El hecho más burdo es la compra de una casa en el country San Juan de Tigre por 190 mil dólares. Allí los hermanos Triana Peña construyeron un muelle por 130 mil pesos y una piscina por 845 mil pesos. Todo, en efectivo.
Proceso químico. Mientras los técnicos desentrañan la ingeniería del lavado, los peritos que recibieron la misión de averiguar cómo es el proceso químico por el que los granos de arroz fueron embebidos en cocaína aún no lograron hacerlo. Detrás del proceso que resultó inédito estaría el oncólogo Gabriel Zilli, señalado como el químico de la banda. Una de las hipótesis no comprobada indica que el arroz fue “hervido” en un líquido con cocaína líquida
Los negocios del abogado
“Esperando el partido Colombia Senegal”, así festejaba en Twitter Guillermo Heisinger el encuentro entre las dos selecciones de fútbol. Ese día, el 31 de mayo de 2014, el abogado que sería clave en la trama del lavado, publicó una selfie, detrás se ve la platea totalmente vacía. El evento deportivo es una de las pruebas de las maniobras entre Full Play de los Jenkis y Hard Business, de Heisinger y Carlos Duarte Díaz. Ambas firmas convinieron que la primera cedería a la segunda las ganancias derivadas de la boletería y venta de las entradas para Colombia-Jordania y Colombia-Senegal, por $ 1.600.000.