El presidente francés, Emmanuel Macron, está tratando de convencer a los manifestantes del chaleco amarillo de que no es un elitista desconectado.
Pero comenzó esa iniciativa el martes con otro ataque a personas pobres e irresponsables.
"Para las personas en una situación difícil, trataremos de hacer que asuman más responsabilidad", aseguró en la ciudad de Gasny, en el norte de Francia. "Porque algunos están haciendo lo correcto y otros simplemente están jugando".
Macron había viajado a la ciudad en Normandía, donde la líder nacionalista Marine Le Pen ocupó el primer lugar en las elecciones presidenciales de 2017, para lanzar un "Gran Debate Nacional" sobre la dirección futura de la nación, parte de su plan para calmar las protestas que han asolado al país durante casi dos meses.