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Vacaciones en Manhattan

El presidente Kirchner gastó, en 2006, más de tres millones de dólares en viajes y viáticos. El gasto está autorizado por la Ley 26.708, de Presupuesto de la Nación, y previsto en el apartado “Secretaría General de la Presidencia” aunque el monto, en realidad, no es definitivo, ya que puede ser aumentado a sola firma por los superpoderes de Alberto F recurriendo a partidas especiales.

Lanatajorge
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El presidente Kirchner gastó, en 2006, más de tres millones de dólares en viajes y viáticos. El gasto está autorizado por la Ley 26.708, de Presupuesto de la Nación, y previsto en el apartado “Secretaría General de la Presidencia” aunque el monto, en realidad, no es definitivo, ya que puede ser aumentado a sola firma por los superpoderes de Alberto F recurriendo a partidas especiales.
El gasto oficial previsto para el corriente año es de $ 10.041.457, esto es unos 3.236.152 dólares con treinta y un centavos. Este dinero se afecta sólo a los viajes del Presidente, que se autorizan a través de un decreto en el que se informan las características de la gira y la comitiva que lo acompaña.
Cada ministerio, a la vez, dispone de partidas para pasajes y viáticos, de modo que no deben deducirse de esta suma los gastos de los ministros, que costean su alojamiento y gastos personales a través de sus áreas respectivas.
La flota presidencial consiste en dos aviones: un Boeing 757 matriculado como Tango 01 y un Fokker F28 conocido como Tango 03, y dos helicópteros: un Sikorsky S-76 y un moderno y lujoso S-70, al que llaman Black Hawk.
Los Tango son utilizados habitualmente por el Presidente o Kristina para ir a Kalafate o Río Gallegos.
En el caso de no estar disponibles o en reparaciones, el matrimonio K sube a bordo de un Cessna Citation alquilado o del Lear Jet de algún amigo oficial.
Para no perder minutos de siesta, es habitual que el Presidente utilice alguno de los helicópteros para viajar desde la Casa de Gobierno hasta la residencia de Olivos y, en el caso de no poder disponer de ellos, se traslada en el helicóptero del empresario Eduardo Eurnekian.
K y CK evitan trasladarse en el Tango en vuelos interoceánicos o intercontinentales, ya que el 01 necesita hacer, en esos casos, una escala de reaprovisionamiento.
La fobia presidencial al estado de “tránsito” es la que determina que se alquile para esos viajes un 747 200 de Aerolíneas Argentinas especialmente adaptado para viajes ejecutivos. Es el mismo avión que Aerolíneas le prestó a Menem para viajar por el interior en su campaña por la re-re. El Estado paga ahora por un viaje como el realizado esta semana a Nueva York entre 240.000 y 280.000 dólares de alquiler, por “cuarenta horas bloque de vuelo”. Aerolíneas cobra unos 7.000 dólares por cada “hora block”.
Cuando se trata de viajes oficiales, el país anfitrión generalmente ofrece una base alternativa al aeropuerto para estacionar el avión; en el caso de Estados Unidos, se trata de una base militar en Nebraska.
De no contar con esa posibilidad, el avión va y vuelve dos veces para evitar el gasto de parqueo.
El Aerolíneas One (remedo sudaca del Air Force One norteamericano) reformó la “joroba” del Boeing, donde se ubica habitualmente la Primera Clase, y es en ese sector donde viaja el Presidente.
El resto de la comitiva lo hace en la clase ejecutiva, y en lo que sería la clase turista en un vuelo regular, quedan unos 350 asientos libres.
Fuentes del directorio de Aerolíneas aseguraron a PERFIL que, “como estrategia de marketing, la empesa descuenta su veinte por ciento de ganancia por la renta del avión”, lo que cobrarían si lo alquilara un grupo empresarial.
En el caso del Presidente, lo hacen tomando en cuenta el prestigio que significa trasladarlo para una línea nacional.

NEW YORK, NEW YORK

Por el decreto 1233/06, el Poder Ejecutivo aprobó el viaje de una semana a Nueva York para 30 personas, a las que debe sumarse a CK, su hija Florencia, su amiga anónima, su “niñera” (Maquena, una santacruceña que se encarga de su crianza) y 21 custodios.
Cincuenta y cinco personas en total, a saber:

José Pampuro;
Carlos Reutemann;
Miguel Pichetto;
Alberto Balestrini;
José María Díaz Bancalari;
el gobernador mendocino,
Julio Cobos;
el intendente de San Isidro,
Gustavo Posse;
el vocero presidencial,
Miguel Núñez;
el secretario del Presidente,
Héctor Muñoz;
el secretario para “asuntos especiales” del Presidente, Julio Alvarez;
el secretario adjunto del Presidente, Jorge Bounine;
la asesora de Gabinete,
María Angélica Bustos;
el intérprete del Presidente,
Walter Kerr;
el subdirector de Ceremonial, Rubén Zacarías;
el funcionario de Ceremonial,
Darío Lucas;
el director de Sanidad, médico
Luis Buonomo;
la asesora del médico,
Anabella Pasqualini;
el secretario Legal y Técnico,
Carlos Zannini;
el edecán presidencial, teniente coronel Alejandro Graham;
Alberto F;
la secretaria de Alberto F,
María Cantero;
el asesor de Alberto F,
Diego Buranello;
el director de fotografía,
Víctor Bugge;
el fotógrafo Víctor Schapavaloff;
Felisa Miceli;
el canciller Jorge Taiana;
Julio De Vido;
el director de Prensa de De Vido, Alfredo Scoccimarro;
el jefe de Ceremonial de De Vido, Jose María Olazagasti;
el director del Organo de Concesiones Viales, Claudio Uberti.

La comitiva se alojó en tres hoteles:

◆ Four Seasons: el Presidente y su esposa ocuparon una “executive suite”, a 1.880 dólares (más TAX) la noche. Allí también residieron la pequeña Florencia, su amiga y la atribulada Maquena.
Un incidente con un fotógrafo de La Nación que logró imágenes de la hija presidencial determinó que desde el lunes se prohibiera el ingreso al hotel por parte del periodismo. Desde entonces, la niña K y su minicomitiva salieron del hotel camufladas en un auto con vidrios polarizados y por la puerta de proveedores, como si se tratara de una rock star.
La conexión del Four Seasons con Buenos Aires era perfecta y en tiempo real: dos minutos después que el periodista de PERFIL Damián Glanz se preguntara al aire de Radio del Plata por los gastos de la comitiva, fue interceptado por Diego Buranello, miembro de la vocería:
—Qué lindo lo que andás diciendo por la radio –le espetó–.
También se alojaron en el Four Seasons (en “moderate rooms” de 715 dólares más TAX la noche) Alberto F, Jorge Taiana, Carlos Zannini, Julio De Vido y Felisa Micelli.

◆ Park Lane: es un hotel frente al Central Park, en la misma cuadra del prestigioso Plaza Hotel, a la vuelta de la Quinta Avenida. La delegación argentina ocupó 19 habitaciones, a un costo de 409 dólares más TAX la noche.

◆ Carter Hotel: allí durmieron los miembros del equipo de seguridad, en habitaciones de 160 dólares más TAX la noche.
Página 6, la popularísima sección fija de chismes sociales del New York Post, dedicó un párrafo aparte a la presencia argentina en una nota titulada World Leaders Wine and Dine (“Líderes mundiales, vino y cena”).
La nota destaca la casi diaria presencia de la delegación en el restaurante Bice, “liderada por el presidente Néstor Kirchner, cercano a la izquierda, y al marxista presidente de Venezuela Hugo Chávez, que no dudó un segundo en pagar 40 dólares por un plato de espagueti u ordenar botellas de Chianti de 70 dólares”. “Acorde con el espíritu argentino –señala el Post-, el grupo se quedó a diario hasta pasada la medianoche y dejó generosas propinas en efectivo”.

SIESTAS Y SHOPPING
EN LA GRAN MANZANA
La agenda presidencial de la semana pasada en Nueva York fue, cómo decirlo, relajada. Veámosla día por día:

DOMINGO:
llegada al Aeropuerto Kennedy.
Media mañana: vuelta en camioneta por la ciudad.
Mediodía: almuerzo en Bice con CK, Alberto F y Zannini.
Siesta en el Four Seasons.
Tarde y noche, libres.

LUNES:
11 hs.: encuentro con Nicanor Duarte Frutos, presidente del Paraguay.
Mediodía: almuerzo en Bice.
Siesta, en el Four Seasons.
Cristina: charla en la Universidad de Columbia.
Allí la Primera Dama explicó, en modo quizá demasiado llano, la idea del capitalismo: “Está basado en el consumo”, dijo.
El público se redujo a unos cuarenta estudiantes hispanos.
Tarde y noche, libres.

MARTES:
El Presidente asiste al discurso de Bush en Naciones Unidas.
Mediodía: reunión breve con Lula. Agenda abierta.
Almuerzo en Bice.
15.30: encuentro con Romano Prodi en la misión argentina ante la ONU.
Tarde y noche, libres.
Cristina: charla en la New School University, a las 18.


MIERCOLES:
¡Al fin algo! 9.30: toca la campanita en Wall Street.
Desayuno con empresarios de Occidental Petroleum, Cargill, AES, Exxon, Lockeed, Eaton Park, Banco Macro y Techint.
Almuerzo en Bice.
Siesta.
Discurso en Naciones Unidas.


JUEVES:

Mañana: reuniones con banqueros y Wal Mart, en el Four Seasons. Cristina: reunión con entidades judías en el hotel.
Almuerzo en el Four Seasons.
Siesta.
Tarde libre.
Noche: cena con empresarios
organizada por el Council
of Americas.
Abrazo con Daniel Hadad.

VIERNES:

Día libre:
paseos y compras.
Regreso a Buenos Aires
por la noche.

Si bien es cierto que las comparaciones son odiosas, es probable que debamos aprender de Chile cómo aprovechar el tiempo: Michelle Bachelet viajó a Nuerva York sólo dos días, con una comitiva mucho más reducida: llegó el martes a la noche y retornó a primera hora del viernes.
Se alojó en el Milenium United Nations Hotel, en una habitación de 519 dólares más TAX la noche, suite ejecutiva con cama King. Y se reunió con: Jens Stoltemberg (primer ministro de Noruega), Vicente Fox (presidente de México), Hugo Chávez (presidente de Venezuela), Oscar Berger (presidente de Guatemala), Armando Guezuba (presidente de Mozambique), Elías Zaca (presidente de El Salvador), Kofi Annan (secretario general de la ONU), Tarja Halonen (presidente de Finlandia), Romano Prodi (primer ministro italiano), John Thain (presidente de la Bolsa de Nueva York), Stephen Harper (primer ministro de Canadá) y Condoleezza Rice, secretaria de Estado de Estados Unidos.
También disertó en un seminario sobre Seguridad energética y tocó la campanita en la Bolsa.


INVESTIGACION:
JL /ROMINA MANGUEL / LUCIANA GEUNA (EN BUENOS AIRES)
DAMIAN GLANZ (EN NUEVA YORK)