Fontanarrosa ideó un personaje para Rosario Central

El club de fútbol Rosario Central tendrá una nueva insignia y será de la mano de uno de los humoristas, dibujantes y escritores más populares de la ciudad: Roberto Fontanarrosa creó un personaje para el equipo del que se declara fanático.

En una entrevista publicada en el diario deportivo Olé, el creador de personajes como Boggie, el Aceitoso e Inodoro Pereyra aseguró que la propuesta le llegó a través de Pablo Scarabino, el presidente del club, y que no le resultó tarea fácil: “De movida, decidí hacer algo original y no recurrir a mis personajes más conocidos, como Inodoro Pereyra o Mendieta”.

El símbolo que eligió el dibujante para embanderar a su club se trata de un hincha, que luce un gorrito de tela, con la inscripción “Soy canaya” y una boca bien abierta que dejar a la vista una lengua en forma de corazón. “El ‘canaya’ (escrito con ‘y’) responde a nuestra pronunciación; y además tiene otra acepción. Nadie la usa para aludir a una mala persona. En Rosario, claramente significa ser hincha de Central”, agregó el dibujante.

El artista, que publicó una carta a los lectores el domingo pasado aduciendo que ya no dibujará los personajes de su habitual columna en la revista Viva, padece de una parálisis progresiva debido a una extraña enfermedad neurológica que afecta el sistema muscular. En su lugar, Fontanarrosa sólo se encargará de transmitir sus ideas a otros dibujantes –como Crist– quienes se dedicarán a plasmarlas sobre el papel.

Por ese motivo, con relación al aporte de su personaje a Central y los avatares de su enfermedad, el dibujante aseguró: “Me alegra haberlo hecho porque además, espero que no, puede haber sido uno de mis últimos trabajos gráficos. Me divirtió mucho hacerlo, pese a la obvia dificultad. Tengo mucha expectativa por lo que va a pasar”.

Además, la creación fue una ofrenda de amor hacia su club, ya que aseguró que no cobrará nada por su trabajo: “Creo que no es necesario aclararlo, pero no cobro nada por esto ni por venta de merchandising”. Y enfatizó: “Sólo hay una cosa que no me termina de convencer. Me hincha las bolas, no por un asunto ético sino gráfico, el hecho de que lleve la firma. Es muy larga y además, nadie firma un logotipo. Salvando las distancias, ningún Pato Donald lleva la firma de Disney abajo. Creo que, por otro lado, molesta. Por ahí la dejan un tiempo y luego la sacan”.