ECONOMIA
Mujeres empresarias

Delia Flores: “Tenemos que ganar los espacios de lobby"

La titular de GEMA consideró que las leyes de cupo sirven para garantizar la participación. Su pedido a favor de la ampliación de las licencias por paternidad.

Delia Flores, titular de GEMA e integrante del W20 Argentina
Delia Flores, titular de GEMA e integrante del W20 Argentina. | GEMA

Delia Flores es empresaria de transporte y titular del Grupo Empresarial de Mujeres Argentinas (GEMA), y participa del W20. “Tenemos que ganar espacios de lobby”, señala sobre el rol de las mujeres en el ámbito productivo. “La participación es nula o escasa y tenemos que dejar de ser ‘la comisión de mujeres’ para tener lugares de decisión en las cámaras y en las empresas”, remarca sobre los desafíos que hay por delante. “Tenemos que tener voz propia”.

—¿Qué grado de participación tienen las mujeres en el ámbito empresarial argentino?
 —Hay muchas emprendedoras pero va a llevar su tiempo. Muchas de las mujeres que hoy son dueñas de empresas las heredaron, de padres o maridos. Sin embargo, las llevan incluso mejor que sus antecesores. Pero todavía no se consolidó un desarrollo de las mujeres al frente de las empresas. Estuvimos en Alemania, en el marco del W20, y allí Angela Merkel nos dijo: “Hagan lobby”.

—¿Por qué se da esta baja participación? ¿Es discriminación, sesgo?

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—Parece que la voz del hombre es más calificada pero son todas percepciones y mandatos culturales, incluso de nosotras mismas. Y es romper una inercia y esforzarse en pensar en mujeres. Es un compromiso de la sociedad en general. La mujer también tiene otra visión de las cosas. 

—¿Cómo trabajan en GEMA para que las mujeres lleguen a puestos directivos?
—Trabajamos mucho para que haya más equidad en todos los ámbitos, no sólo en las empresas sino de forma lateral en las cámaras profesionales y en los sindicatos también. 

—¿Dónde están peor en cuanto a participación? ¿En las cámaras empresariales o en los sindicatos?
 —Me parece que es más baja la participación en el ámbito sindical pero después también en las cámaras. Basta con ver la UIA. Pero hay muchas que podríamos nombrar. 

—¿Cómo puede servir el W20 para que se traduzca en políticas en la cumbre presidencial? 
 —Va a ser positivo de forma interna y externa. Al Gobierno le interesa la equidad en lo discursivo pero hay que incorporar en cada gabinete, ministerio, ver cuántas mujeres hay y si lo estamos llevando a la práctica. El trabajo externo también es muy importante porque es una buena oportunidad de mostrar a la Argentina y de lo que es capaz este país.

—¿Sirve tener cupos?
 —Tuvimos grandes debates internos sobre si tener cupo era bueno o malo, si es por capacidad, mérito. Pero si vemos lo que pasa en los países que, a través de leyes de cupos, se aproximan al ideal del 50/50, estas leyes ayudan a que muchas mujeres muy capaces no queden en el camino. Rompe la inercia. Una vez que el espacio está ganado, se convierte en algo natural. Talento y capacidad sobran. 

—¿Alcanza la propuesta de licencias que incluye la reforma laboral?
 —Las licencias de los padres tienen que ser más amplias, podrían ser idénticas a las de la mujer. Por una cuestión de percepción, hoy los empresarios piensan que si una mujer está en edad fértil, va a dejar de ir a trabajar si se embaraza. En mi experiencia, es todo lo contrario. Las mujeres somos muy responsables y las madres compatibilizan la vida familiar con el trabajo. 

—Se presentó una agenda feminista para el W20 que incluye tiempo de cuidado, políticas de salud pública como el aborto legal. ¿Está previsto que estén en la agenda?
 —Se viene trabajando en esa agenda desde Alemania en algunos puntos. Por ejemplo, se trabaja para que las empresas de más de cincuenta empleados tengan una guardería o incluso se asocien para tener esas guarderías, mayores licencias para los padres. Pero hay que contemplar el cuidado de los niños y también los ancianos y los enfermos, porque siempre son cuidados que recaen en la mujer. 


Cómo liderar en un mundo masculino

Flores es empresaria del sector de transporte, uno de los sectores con mayor participación de los hombres. Sobre su experiencia, relata que llegó a fuerza de “empeño y perseverancia”. 

  • “No es fácil, hay una subestima de la mujer. Siempre hay que demostrar más porque ser mujer y ser joven como cuando empecé... costaba que te tomaran en serio”, cuenta ahora desde su oficina de San Telmo. 
  • “Hay que confiar en que el trabajo de una mujer y el servicio puede ser igual o mejor. Las mujeres somos muy empáticas, nos ponemos en el lugar del otro y estamos muy orientados en escuchar las necesidades del cliente”, remarcó. 

Su base operativa ahora está en Brasil

Reconoce que en su flota de camiones todavía no tiene mujeres

  • “Acá es un sector difícil pero Brasil es más machista”, señala sobre el día a día.
  • “En el mercado laboral son muy machistas”. De todas formas, reconoce que en su flota de camiones todavía no tiene mujeres.
  • “Es un paso que nos falta dar, pero poco a poco se ganan más espacios”.