"Necesitamos un interlocutor válido y que las reuniones no sean bastardeadas", dijo el
vicepresidente de CARBAP, Ramiro Ruiz. "Nos han peloteado de un lugar a otro y no queremos que esto
nos vuelva a pasar", agregó.
A la ministra de Economa, Felisa Miceli, no la quieren como interlocutora del Gobierno. |
Cedoc.
El vicepresidente de CARBAP, Ramiro Ruiz, afirmó hoy que la dirigencia del sector agropecuario quiere un nuevo interlocutor del Gobierno que no sea la ministra de Economía, Felisa Miceli, para negociar una salida a la crisis que enfrenta al campo con la administración de Néstor Kirchner.
Consultado por radio América por si las entidades quieren que el interlocutor del Gobierno no sea Miceli, Ruiz admitió que "eso es verdad" y explicó que "durante el año pasado hubo muchas reuniones en las que no se llegó absolutamente a nada".
"Estamos necesitando un interlocutor válido que pueda tomar decisiones y que las reuniones no sean bastardeadas", indicó el vice de CARBAP, quien aseguró: "Nos han peloteado de un lugar a otro y no queremos que esto nos vuelva a pasar".
Así respondió la dirigencia agropecuaria a Miceli, quien ayer sostuvo que por más que el campo amenace con ir a un paro, el Gobierno "no va a detener su actual política".
"Si hay un gesto entre las partes y una necesidad de sentarse a resolver el problema de todos los argentinos y es necesario cambiar las personas, que así sea", abogó Ruiz.
El ruralista afirmó que "es parte de la responsabilidad dirigencial buscar una salida" y subrayó que "el paro de 10 días, realizado en diciembre último, demostró la necesidad de poner en agenda todos los temas del campo".
Ruiz aclaró que " un paro agropecuario no resuelve absolutamente nada, sino que pone en agenda para que el Gobierno sepa que hay reclamos necesarios para resolver ciertos temas".
Aseguró que " el no se nota", y puntualizó que "el inicio del año es cuando se determinan las inversiones que la ganadería realizará durante 2007".
Al respecto, consideró que "después del último paro, el Gobierno realizó en forma permanente acciones contrarias a la ganadería en general" y afirmó que "esto retrajo la actividad en la ganadería". Sin embargo, señaló que "las vías de solución son sentarse, dejar de lado cierta filosofía propia de cada uno y buscar puntos en común".
