INTERNACIONAL

Rousseff sigue con su "limpieza ética": cinco ministros en ocho meses

El ministro de Turismo renunció por pagar los sueldos de una mucama y un chofer con fondos públicos. Cómo sigue el plan anticorrupción del Gobierno brasileño.

Rousseff vuelve a perder a otro ministro por escándalos de corrupción.
| AFP.

El Gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, sufrió su quinta baja en ocho meses y medio con la renuncia del ministro de Turismo, Pedro Novais, acosado por denuncias de corrupción y supuestos abusos con dinero público. Novais se aleja del Gobierno durante el comienzo de la planificación de dos importantes eventos deportivos: el Mundial de fútbol (2014) y los Juegos Olímpicos (2016).

Novais se reunió brevemente con Rousseff, a quien le entregó una escueta carta de 41 palabras en la que señala: "Cumplo el deber de pedirle mi salida del cargo de ministro de Turismo...", sin citar las causas de la renuncia, y concluye con una manifestación de "elevada consideración y respeto" hacia la mandataria.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Para reemplazar a Novais, Rousseff escogió al diputado federal Gastão Vieira, oriundo del estado de Maranhao (norte), según anunció esta noche la ministra de Comunicación Social de la Presidencia, Helena Chagas.

Novais es el quinto miembro del gabinete que Rousseff pierde desde que asumió el poder, el 1 de enero pasado, período en el que dimitieron por sospechas de corrupción los titulares de la Presidencia, Transportes y Agricultura, así como el responsable de Defensa, Nelson Jobim, que se apartó por diferencias con el Gobierno.

Entre 2003 y 2010 el ahora ex ministro de Turismo ocupó un escaño de diputado en representación del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que también pertenece su sucesor, y el más influyente de la coalición gobernante junto con el Partido de los Trabajadores (PT).

En enero pasado asumió su cargo tocado por denuncias de que había cancelado una cuenta en un hotel, donde aparentemente hubo una fiesta con prostitutas, con dinero de la Cámara baja. Novais, de 81 años, negó en su momento que hubiera habido alguna fiesta pero sí admitió lo referente al pago, lo cual atribuyó a un "error" del personal que lleva su contabilidad y zanjó el asunto al reintegrar el dinero al Congreso.

Hace dos meses, logró mantenerse al margen de un escándalo de fraudes en el Ministerio de Turismo que llevó a la Policía Federal a detener temporalmente al ahora ex viceministro de ese despacho Frederico Silva da Costa y a una veintena de funcionarios.

Sin embargo, el escándalo volvió a tocar su puerta el martes cuando el periódico Folha de Sao Paulo denunció que, mientras fue diputado, Novais mantuvo en su casa una empleada de servicio que era pagada con dinero de la Cámara baja. La misma mujer, según el diario, fue contratada en enero pasado como recepcionista del Ministerio de Turismo por la empresa Visao Administracao, que tiene un contrato de 1,5 millones de reales (unos 640.000 dólares) para dotar de empleados administrativos a ese despacho.

El límite llegó ayer, cuando el medio afirmó que la esposa de Novais, María Helena de Melo, tiene a su servicio como "chofer particular" a un funcionario de la Cámara de Diputados cuyo salario paga el Parlamento, como ocurría con la mucama.

Aunque Rousseff ha rechazado la frase "limpieza ética" que la prensa local usa para calificar su firmeza ante la corrupción. Tras conocer la última denuncia contra Novais, la jefa de Estado dio una nueva muestra de que no permitirá que los abusos manchen la imagen de su Gobierno.