Matías Garfunkel Madanes es parte de la tercera generación de una de las familias más poderosas del empresariado argentino. Nieto de Boris Garfunkel, fundador de la empresa BGH en 1913 y uno de los hijos de Jorge Garfunkel, de quien heredó –más allá de una fortuna incalculable– la avidez por la lectura, la pasión por la colección de objetos de arte y la escritura.
Sin embargo, esta tarde, otra de las pasiones de Garfunkel lo pusieron al frente de un escándalo. La filtración de una serie de fotos donde se lo ve junto a su esposa, la modelo Victoria Vannucci, con animales muertos que cazó durante un safari causó revuelo en las redes sociales y provocó amplio rechazo. Como si fuera poco, el empresario viene de ser procesado por supuesto contrabando de obras de arte y antigüedades.
Los objetos que le valieron la imputación son ni más ni menos que el óleo "Damas de la Terraza", del artista William Russell Flint –cotizado en 130 mil dólares–, el "Deux Tapire FACE A FACE", de Rembrandt Bugatti –con un valor de 307.912 dólares– y una cómoda "Vautheret" de Emile Jackes Rullmann –cuyo precio es de 627.615 dólares–. Todo integraron la colección de sus tesoros personales que conforman el manuscrito de “El Aleph”, de Jorge Luis Borges, pipas de barcos en escala, relojes y otros valiosísimos cuadros.
Medios, exilio y protesta. Con la implementación de la Ley de Medios durante el kirchnerismo, Garfunkel se convirtió en accionista de dos importantes grupos de medios: integró junto con Sergio Szpolski el Grupo 23 y se convirtió en la pata financiera de Raúl Moneta en la sociedad que compró el paquete del Grupo CIE que incluía la Rock & Pop, Metro y Blue, además de Rock & Pop Mar del Plata, FM San Isidro Labrador y las AM Splendid y Belgrano y de FM Vorterix (junto a Mario Pergolini), otras 20 repetidoras en el interior.
Como pope del Grupo 23 recibió, según consta en partidas presupuestarias de Jefatura de Gabinete, entre 2009 y 2015 más de 800 millones de pesos de pauta oficial y luego dejó en la calle a más de 500 empleados sin indemnización y millonarias deudas con proveedores. Con el fin del kirchnerismo, el empresario se desligó de los medios y se fue a vivir a Miami, en medio de una feroz interna con Szpolski.
De todos modos, a principios de año, la Justicia le trabó un embargo de casi 33 millones de pesos a Garfunkel por una deuda con la AFIP y tuvo que compadecer ante la Justicia por sus obras de arte. Si las causas siguen su curso, ¿se convertirá en cazador cazado?
