POLICIA
esta detenido desde el jueves

Escuchas complican al rockero acusado de regentear un prostíbulo

Bosco. Lo acusan por promoción y facilitación de la prostitución.
| Cedoc

“Si alguien llama de mi parte y no conoce las cosas es porque yo no le di demasiada información, y si yo no lo hice es porque me parece dudoso, ¿entendés? Entonces, vos le decís, es un spa donde se te brinda un servicio de masajes, de hidro, piripipí, fin. Y si te dice ‘algo más’, le respondés ‘eso no’.” Así Rodrigo “Pica” Bosco daba instrucciones a la recepcionista de “Spa Zeinsei”, un departamento en el que, según la causa judicial, funcionaba un prostíbulo.

El bajista de Sponsors, la banda de Joaquín Levinton está detenido desde el jueves por el delito de promoción y facilitación de la prostitución.
Las escuchas telefónicas y los testimonios de testigos de identidad reservada, a las que tuvo acceso PERFIL, complican la situación del músico. Estos elementos de prueba en el expediente reflejan la actividad que desarrollaba Bosco en un departamento ubicado en la calle Independencia al 200, en pleno centro de la ciudad de Morón.

Claudia Fernández, titular de la UFI especializada en trata de personas, incluso habría logrado detectar los aranceles del “spa” que se consultaban por teléfono: “El común está $ 300 y $ 350 con hidro y sauna de una hora y media; $ 500 incluido ‘el otro tema’.”
En el allanamiento, la fiscal contó con la intervención de profesionales del Programa Nacional de Rescate que declararon: “Ingresamos al lugar luego de que lo hiciera la fuerza policial (la división de trata de la Policía Federal), donde se encontraban seis mujeres, una de las cuales sería la encargada y recepcionista.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

De las entrevistas se desprendió que concurrían al lugar desde las 10 de la mañana y hasta, según la situación, las 20.30 horas de lunes a sábados. Si el cliente no solicitaba a una de las mujeres en particular, las mismas se reunían en una de las habitaciones y éste elegía con quién realizar el servicio”. Del monto percibido, “debían dejar a la casa $ 30 por cliente, que les era solicitado diariamente antes de retirarse”. Además, “abonaban $ 22,50 cada una en forma diaria en concepto de lavandería”.

Una de las mujeres describió la forma en la que fue reclutada. “Tomó conocimiento por una cartelera de trabajo en Morón, donde vio un aviso donde solicitaban chicas recepcionistas, masajistas y promotoras. Una vez en el sitio, se anotició de las actividades que allí se realizaban”. Dijo que se sorprendió, porque no esperaba “encontrarse con eso”.