Vivimos épocas turbulentas. La política se ve obligada, si quiere desempeñar el papel para el cual es irreemplazable, a iniciativas que exigen gestionar serios antagonismos y discrepancias con grupos sociales diversos.
Vivimos épocas turbulentas. La política se ve obligada, si quiere desempeñar el papel para el cual es irreemplazable, a iniciativas que exigen gestionar serios antagonismos y discrepancias con grupos sociales diversos.